Alimentación saludable en el trabajo. Uno de los grandes desafíos y preocupaciones de las personas adultas es lograr encontrar el equilibrio en la dieta. Si bien muchos lo logran en el tiempo que están en su hogar, en los empleos es más difícil.

Contar con poco tiempo para elaborar alimentos es una de las grandes excusas a la hora de justificar por qué no se lleva a cabo una alimentación saludable en el trabajo y se accede a la comida chatarra o procesados.

Empecemos por el principio, si bien las personas comenzaron a ser más conscientes de sus consumos y entre ellos la alimentación es una de las principales, lo cierto es que no siempre saben llevarlas a cabo de buena manera.

Además, las rutinas cargadas de actividades, no tomarse el tiempo para realizar las compras y elaborar viandas para poder cumplir con la alimentación saludable en el trabajo tampoco ayuda. Sin embargo, esto es un grave error. No se trata de no contar con tiempo, sino de no saber organizarse.

Así las personas no elaboran sus alimentos, llegan a sus puestos de trabajo y terminan por comprar comida en cualquier sitio que esté cerca, lo que los hace caer muchas veces en comida procesada o poco saludable, además de un gasto mayor a nivel económico.

Por otro lado, muchas personas por falta de información tienen prejuicios con algunos alimentos vinculados al sabor o que siempre hay que comer lo mismo.

Sucede que a pesar de que los hábitos saludables se han vuelto una de las temáticas más buscadas por la gente, no siempre las personas tienen conocimientos adecuados sobre las mismas. Si bien hay más información disponible e incluso se les suele dar un espacio en los medios de comunicación, todavía hay un amplio nivel de desinformación con respecto a esto.

De hecho, uno de los errores más frecuentes es pensar que cuando se habla de alimentación saludable se hace referencia a alimentos que ayudan al descenso de peso y esto no es así. Llevar a cabo una dieta sana y equilibrada tiene que ver con más cuestiones.

Si bien las dietas son personales, ya que depende de la salud, las características y las actividades de cada individuo, por lo que siempre se deberá consultar con un médico especialista o nutricionista, existe una tendencia actual de mejorar la calidad de vida en todos los aspectos.

No solo se trata de mantenerse en peso, y comer frutas y verduras, sino de conseguir una buena salud física, psíquica y emocional, tener mayor energía y descansar mejor.

Por eso, en este artículo queremos contarte algunas cuestiones que te ayudarán a cambiar tus hábitos, organizarte y poder llevar a cabo una alimentación saludable en el trabajo aunque lo creas imposible.

La importancia de una buena alimentación

Antes de hablar sobre algunos puntos vinculados a cómo llevar a cabo una alimentación saludable en el trabajo, es necesario aclarar algunas cuestiones.

Si bien se cree que la importancia de comer sano es sobre todo en los primeros años de vida, en la infancia, lo cierto es que comer de manera equilibrada es importante en todas las etapas, ya que es una de las bases más importantes para gozar de buena salud.

Y es que llevar a cabo una buena alimentación tiene que ver con una cuestión de peso, sino también con mejorar el estado corporal y mental, lo que colaborará con reducir factores de riesgo y aparición de obesidad, diabetes, presión arterial, caries e incluso problemas de aprendizaje. Además, garantizará un buen descanso y mejor rendimiento físico.

La buena alimentación no tiene que ser confundida con un tema de peso. Muchas veces se piensa que porque una persona está en el pesaje estipulado para sus características físicas, goza de buena alimentación.

Esto muchas veces no es así, ya que por más que se encuentre en su pesaje ideal puede que le falte algún tipo de nutriente o que algunos valores no sean los adecuados. Por esto siempre es necesario mantener consultas frecuentes con profesionales de la salud para que puedan brindar una dieta específica para cada caso en particular.

Lo que en líneas generales se recomienda es la importancia de no saltearse comidas, de que los alimentos sean lo más caseros posibles, bajos en grasas saturadas y ricos en proteínas, hidratos, lácteos, fibras naturales, Omega 3, entre otras.

Estas mismas recomendaciones habría que tenerlas en cuenta a la hora de pensar en una alimentación saludable en el trabajo. Sin embargo, a continuación te brindaremos algunos detalles para que tengas en cuenta.

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Alimentación saludable en el trabajo: cómo lograrla

Como dijimos anteriormente, hay una tendencia en los últimos años de que las personas sean más conscientes de sus consumos, sobre todo cuando se trata de la alimentación saludable en el trabajo.

Incluso, muchos sujetos comenzaron a prestarle atención a algunas alertas que da el cuerpo vinculadas a malos hábitos o la incorporación de alimentos que se creen que son saludables y no es así. Esto se vio altamente influenciado por el marketing de las empresas, así como la poca información y la falta de datos en los envases de los productos.

¿Por cuántos años se pensó que los alimentos por tener paquete verde o decir light eran saludables? ¿Cuántas personas creyeron y aún piensan que para llevar a cabo una alimentación sana es preciso vivir a base de frutas y verduras? ¿Quiénes continúan pensando que sacar grupos de alimentos de las dietas y bajar de peso los hará personas más saludables?

Fueron muchos los años de mala y poca información y ha generado un gran daño en la sociedad en materia alimenticia. Sin embargo, con el correr de los años esta situación se estás revirtiendo y cada vez es un tema de mayor preocupación en las sociedades.

Esto incluso, se ve reflejado en las leyes de etiquetado frontal, a partir de la cual se obliga a las empresas a brindar todos los datos sobre el producto y que sea visible, con el fin de advertir sobre los excesos de azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías, para prevenir la malnutrición en la población y reducir las enfermedades.

A partir de esto, muchas personas comenzaron a darse cuenta que lo que consumían creyendo que era bajo en calorías y sano finalmente no lo era.

Más allá de esto, muchos sujetos logran llevar a cabo una dieta más sana durante el tiempo que están en sus casas. Sin embargo, no pueden mantener una alimentación saludable en el trabajo.

Esto puede deberse a varias situaciones. La primera, tiene que ver con que muchas personas trabajan en la calle, por lo que no es posible llevar una vianda, contar con refrigeración para los alimentos, así como tampoco se hidratan de la manera correcta.

La segunda, es que para quienes tienen la posibilidad de estar en una oficina y contar con heladeras, microondas y demás, no les es fácil la convivencia. Y es que en el hogar solo depende de sí mismo o de su grupo familiar y de los alimentos que compre o elija comer.

En cambio, en los empleos, muchas veces por más que uno se quiera cuidar y alimentar bien se ve tentado por comida chatarra o procesados que pueden llevar otros compañeros. Si bien siempre es una elección, no es nada fácil para la persona que se quiere cuidar, sobre todo si le cuesta y se ve tentada por los productos procesados que son adictivos.

A esto, también se le suma el hecho de que los sujetos no suelen organizarse de la manera correcta y planificar como corresponde las comidas. Esto hace que su alimentación dependa de lo que consiguen en el mercado, y a veces no solo se elige dentro de la escasa variedad, sino también por precio.

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Foto: Jannis Brandt- Unsplash

Por eso, a la hora de querer llevar a cabo una alimentación saludable en el trabajo es preciso que tengan en cuenta algunas cuestiones.

  1. Debido a que es posible que te tientes con alimentos que lleven tus compañeros e incluso cosas que veas en las tiendas próximas a tu empleo será preciso que evites esto llevando tus propios alimentos.
  2. Planificación y orden deberán ser las claves en tu vida ahora. No solo se trata de llevar comida desde tu casa, sino que sean productos caseros. Pensar las compras contemplando las comidas que quieras abarcar y aprovechar el día que cocinas y hacer comida extra y freezarlas por ejemplo, será una opción. De esta manera, no necesitarás contar todos los días con tiempo para hacer las compras y cocinar, sino que con que lo hagas un día a la semana, quincena o mes será suficiente.
  3. Otra de las claves tiene que ver con no librar al azahar tus desayunos por ejemplo. Muchas personas por falta de tiempo o costumbre eligen hacer su primera ingesta en la oficina. De esta manera muchas veces deciden comprar de camino algo para poder consumir cayendo en la tentación de cosas poco saludables.

    Otras veces algunos sujetos deciden desayunar en su casa pero al llegar a la oficina se caen en la tentación de lo que otros compañeros llevaron o incluso, por hambre a media mañana comienza el picoteo.

    Para esto será clave trabajar en los cuidados y por supuesto también se podrá planificar colaciones saludables según el nutricionista recomiende para cada dieta. Y es que habrá que prestar especial atención a los picoteos dado que muchas veces no se tienen en cuenta y son los que desequilibran la alimentación saludable en el trabajo.

    Por supuesto que si algún día decides elegir alimentos procesados o panificados también está bien. Recuerda que lo importante es llevar una dieta equilibrada y estar informados para poder elegir. Esa elección debe ser justamente eso, y no algo que se haga todos los días como rutina.
  4. Hidratarse bien es otro de los puntos a tener en cuenta cuando se habla de alimentación saludable en el trabajo. Y es que es sumamente importante tomar la cantidad de agua necesaria. Si bien cada cuerpo y rutina es diferente, se suelen recomendar 2 litros diarios, considerando las infusiones.
  5. Para ayudarte con las tentaciones y que todos tus compañeros puedan comer de forma saludable se puede fijar un día a la semana que sea para algún permitido y luego hacer temáticas como por ejemplo día de frutas, o de frutos secos, ensaladas, etc.

Ahora bien, ¿qué alimentos incluir a la hora de preparar las viandas? A la hora de realizar la planificación de tus comidas es preciso tener en cuenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que una persona debo comer por lo menos cinco porciones de verduras y/o frutas diferentes todos los días, ya que aportan vitaminas y minerales necesarios, sobre todo vitamina C, que tiene un alto poder antioxidante.

Por esta razón, muchas veces se recomienda como colación consumir frutas o incluirlas dentro de los desayunos y meriendas. Ahora bien, los nutricionistas sostienen que comer únicamente fruta en estos momentos no es beneficioso, sino que hay que acompañarlas con frutos secos por ejemplo, tostadas, entre otras.

Estas ingestas benefician a la gente que tiene sobrepeso, colesterol alto o triglicéridos; al hipertenso, obeso, celíaco, etc. Asimismo, hidratan el cuerpo rápidamente y ayudan al correcto funcionamiento del aparato digestivo.

Por otro lado, será preciso incluir vegetales, que aportan fibras solubles, vitaminas y antioxidantes naturales.

Estudios demuestran que un mayor consumo de frutas y hortalizas reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas o degenerativas (cardiovasculares, diabetes, cáncer, obesidad).

Por estas razones es sumamente importante mantener una alimentación saludable en el trabajo y en la casa, esto también favorecerá a tener mayor energía, poder rendir mejor durante los entrenamientos, descansar bien y mantenerse de buen humor.

Fuente: OMS.