A menos que seas una de esas personas que cultivan el orden como un arte, a las que otros llaman obsesivos, al menos alguna vez en la vida te han llamado desordenado. El desorden es relativo: puede ser que tengas todo ordenado en casa pero caos en la habitación, ¡o dentro del bolso! Y también hay personas que lo llevan al extremo, acumuladores que tapan y tapan su casa y su vida con un desorden sin más.

Esta gente viveen el caos, el desorden y la desidia. Su vida es una constante carga de objetosfísicos, pero, ¿qué significan realmente esos objetos? Son un reflejo de lo queexiste en sus mentes. Tal vez nosotros acumulamos solo algunascosas y nos negamos a compararnos con esas personas, pero viendo esos programasno podemos dejar de pensar en el peso metafórico con el que nosotros tambiéncargamos.  

Los miedos y el desorden

Acaparador

No necesitamos ser acumuladores ni salir en televisión para entender que podemos tener un problema. Hay quienes tienen una casa muy limpia, pero una habitación completamente desordenada. Otros que dan la impresión de tener todo en orden, pero una mirada atenta puede ver que hay más objetos de los que se necesitan en ese lugar; acumuladores organizados o acumuladores ocasionales.  

Miedo Interior

A veces, el desorden refleja nuestro interior. Nuestro hogar debe hacernos sentir bien y si nuestra cabeza es un caos todo el tiempo, si no nos sentimos bien con nosotros mismos, el desorden no terminará.   Si somos inestables y lo mostramos a los demás, pueden entrar a nuestro hogar y darse cuenta de cómo todo en nuestra sala es un verdadero caos.

Cosas nuevas que no sabemos mover y cosas viejas que nos rehusamos a sacar de nuestras vidas. Es lo mismo con nuestras relaciones, acumulamos contactos y amistades (a veces falsas) por el hecho de sentirnos protegidos, pero en lugar de cuidar las que tenemos, buscamos más.  

Miedo a seguir adelante

relaciones pasadas

Las relaciones del pasado siguen presentes, ni siquiera se pueden convertir en fantasmas porque no somos capaces de desprendernos totalmente de ellas. Conservamos regalos u objetos que están cargados sentimentalmente por un vínculo que ya deberíamos haber dejado atrás. Quizá no están en primer plano, pero internamente sabemos que están a un mensaje de distancia y aunque entendemos que no es bueno para nosotros, nos negamos a soltar. 

Miedo a ser genuinos

Miedo a ser genuion

Si el desorden se encuentra debajo de nuestros muebles, escondido pero a la vista, refleja nuestra necesidad de aparentar que vivimos en una supuesta estabilidad, pero no engaña a nadie. Estamos pidiendo ayuda sin decirlo, sólo proyectándonos a través de lo que tenemos. Lo que es peor, nos obligamos a demostrar lo que somos y lo que nos sucede a través de lo material.  

Termina con el miedo, pide ayuda y deshazte del desorden. Desprenderte de lo viejo es importante, las cosas tienen un significado emocional, pero al final de cuenta lo que vive en tu memoria es lo que realmente importa, no el objeto físico. Las cosas nuevas, por su parte, tienen un lugar que te dará paz y mientras menos cosas tengas, más fácil te será seguir adelante.