A quién no le ha pasado alguna vez encontrarse en el mercado con un producto de oferta a un valor mucho más bajo que el regular. Posiblemente a todos. Pero tal vez en ese momento en que te pasó a ti no se te ocurrió pensar cómo es que, aún vendiéndolo a menos de la mitad del precio de siempre, el súper igual logra de todas formas hacer una diferencia. En algún lugar de la cadena hay algo que no está siendo del todo justo, ¿no lo crees? 

¿Cómo darse cuenta? El packaging a veces puede confundir al consumidor, y funcionar como una pantalla donde el proceso que hizo que ese producto llegara a la góndola, pase inadvertido. Pero también puede convertirse en un aliado para él. Porque en el envase puede encontrar sellos que lo ayuden a identificar qué productos se han logrado bajo un proceso con el que él está de acuerdo y quiere impulsar. 

Nos referimos, por ejemplo, a la certificación Fairtrade, que desde hace 25 años viene ayudando al consumidor a elegir productos que cumplen con los criterios de comercio justo. Cada vez son más quienes, al ir a comprar, buscan este sello impreso en el embalaje porque saben que al hacerlo están eligiendo más allá de sus propios gustos: están haciendo valer su poder como consumidores. Si todos hiciéramos lo mismo, las compañías deberían adaptar sus procesos a nuestros requisitos, ¡y no al revés!

¿Qué es el comercio justo?

Es un sistema comercial solidario que apoya a los productores más desfavorecidos por el comercio internacional, y propone una alternativa al mercado actual que sigue reproduciendo (y profundizando) la desigualdad. El comercio justo está basado en el diálogo, el respeto y la transparencia; tiene en cuenta las condiciones sociales (salarios y condiciones laborales adecuadas, igualdad de género y ausencia de trabajo infantil y trabajo forzoso) y ambientales (maximizar el uso de materias primas gestionadas en forma sustentable, comprar a nivel local cuando sea posible, buscar reducir el consumo de energía y minimizar el impacto de sus residuos, etc). Además, establecen un precio justo, que es el que cubre los costes del productor para una producción sostenible, y al que se llega a través del diálogo y participación. 

[Conoce aquí cuáles son las empresasque tienen productos propios certificados con Fairtrade Ibérica aquí]

Sellos de comercio justo, ¡en todo el mundo!

Fairtrade International es una organización internacional sin fines de lucro que nació gracias al compromiso de organizaciones de Comercio Justo de todo el mundo, y hoy engloba a 25 organizaciones y tres redes continentales de productores (África, Asia y América Latina). 

Lo que hace es fijar ciertos estándares que tienen validez en todo el mundo, y que garantizan que un producto se corresponde con los principios del comercio justo. También brindan apoyo y asesoramiento a productores. Todo con la finalidad de combatir la pobreza, y generar herramientas para mejorar la situación de productores y trabajadores a través de la venta de sus productos en condiciones más justas. 

Los estándares son estrictos e incluyen aspectos comerciales, sociales y ambientales. Todos los actores que participan en Fairtrade (ya sean productores o comerciantes) se someten a auditorías regulares para garantizar que se encuentran alineados con ellos.

Por ejemplo, incluyen requisitos para prácticas agrícolas respetuosas con el ambiente (reducido y seguro uso de agroquímicos, o no uso de organismos genéticamente modificados, entre otros aspectos), el acceso de todos los miembros de la organización a la toma de decisiones, la no discriminación, el cumplimiento de los derechos sociales de los trabajadores, entre otros.

Por eso, para ayudar a que las cosas cambien de forma positiva, tenemos que empezar por nosotros mismos. No hace falta que te sumes a una organización ambientalista si no crees que es para ti, o que te conviertas en un héroe o heroína y organizar grandes hazañas por el mundo, como consumidor puedes hacer mucho. ¿Cómo? ¡Eligiendo! Si buscas en los productos el sello Fairtrade sabrás que estarás ayudando a los productores y trabajadores a conseguir mejores condiciones para sus productos y a mejorar sus vidas.