El ritmo en el que vivimos se ha acelerado mucho más de lo que creíamos posible. Cada vez recibimos mayor cantidad de estímulos desde múltiples plataformas: anuncios de pantallas luminosas por las calles de la ciudad, publicidad en nuestro celular, en nuestra computadora, información, información y más información. 

Nuestros procesos cognitivos no son los únicos que se ven afectados por la necesidad de procesar todo lo que recibimos. A nivel emocional, muchas personas pueden sentir que ese ritmo no les permite vivir cada momento de su vida con la particularidad que lo requiere. El tiempo de trabajo impone que todo siga su curso, y las emociones, en el trayecto, no encuentran lugar para expresarse. El resultado, muchas veces, deriva en casos de estrés, depresión o ataques de angustia. 

Frente a esto, cada vez más personas optar por escoger tomarse unos días para sí mismas, como una forma de desconectar su mente de las preocupaciones de todos los días, y volver al centro de su corazón, donde las verdaderas transformaciones tienen lugar

En esta búsqueda, hay quienes escogen irse de viaje a un sitio desconocido, aunque solo sea llevándose consigo una mochila y muy poco dinero; o también hay quienes, sienten que quieren ir un poco más profundo, y eligen hacer un retiro; incluso personas que nunca antes en su vida lo habían pensado como opción. 

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Más allá de la satisfacción personal, y la posibilidad de "cortar" con la rutina, un estudio realizado por investigadores del Instituto Marcus de Salud Integrativa en la Universidad Thomas Jefferson comprobó que hacerlo aporta grandes beneficios neurofisiológicos.

Para esto, tomaron un grupo de 14 voluntarios de entre 24 y 76 años, quienes participaron de un retiro de 7 días, donde realizaron ejercicios espirituales, de contemplación, de oración y de reflexión.

De acuerdo a las conclusiones de la investigación, en los participantes se registraron cambios en los niveles de dopamina y de serotonina a nivel cerebral. Se observaron disminuciones significativas en la unión del transportador de dopamina en los ganglios basales y reducciones significativas en la unión del transportador de serotonina en el mesencéfalo después del retiro.

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La dopamina es un neurotransmisor responsable de mediar en la cognición, la emoción y el movimiento; y la serotonina está involucrada en la regulación emocional y el estado de ánimo.

"Dado que la serotonina y la dopamina forman parte del sistema de recompensa y de los sistemas emocionales del cerebro, este descubrimiento nos ayuda a entender por qué estas prácticas resultan experiencias emocionalmente poderosas y positivas", señala Andrew Newberg, MD, Director de Investigación del Instituto Marcus de Salud Integrativa.

Además, luego del retiro, los participantes respondieron algunas encuestas. En sus respuestas expresaron mejoras significativas en la percepción de su salud física, tensión y fatiga; y también señalaron un aumento de los sentimientos de auto-trascendencia.

Pablo M. Robles, señala que estos resultados son realmente comprobables en la experiencia personal que lleva adelante como creador y director de Proyecto VibrA: "Creo que es fundamental en estos tiempos que vivimos tomarnos un tiempo de retiro a la naturaleza. Un retiro significa quitar la energía del afuera para ponerla hacia dentro y, si es inmerso en la naturaleza, eso se da mucho más fácilmente. La naturaleza nos despierta nuestra propia naturaleza dentro y es lo que hemos olvidado. Yo creo que tomarse un retiro cada tanto es fundamental para la salud y el bienestar de cada uno".

Y tú, ¿no crees que mereces un descanso en tu vida? 

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