La ciencia está superando cada vez más obstáculos que parecían imposibles hasta hace poco. Los científicos trabajan con el objetivo de mejorar la calidad de vida de todas las personas por igual e integrar a las personas que sufren discapacidades.

Es por eso que se puso en marcha el diseño del primer automóvil controlado con el poder de nuestra mente, que está dirigido a personas que sufren de discapacidades motrices, como la parálisis.

Un grupo de ingenieros rusos ha desarrollado un vehículo que opera obedeciendo las instrucciones mentales del conductor, el cual se espera que sea presentado este 13 de diciembre en la exposición Vuzpromexpo. También se anticipa que la construcción en serie podría comenzar en solo 3 años.

La exposición Vuzpromexpo es una conferencia realizada en Moscú y organizada por el Ministerio de Educación y Ciencia que reúne a desarrolladores, inventores, científicos e innovadores de la industria nacional rusa. Se espera que el Neuromóvil, como ha sido bautizado el prototipo, sea revelado durante este encuentro.

Nunca antes se había visto un prototipo de automóvil que se controla con la mente. Según los desarrolladores, el automóvil funcionaría por medio de un moderno de sistema de telequinesis: aunque para muchos suena a superpoderes, en realidad esa palabra hace referencia a la capacidad de nuestras neuronas de enviar impulsos directamente a dispositivos conectados a ellas.

Es decir, por medio de la actividad de nuestras neuronas seremos capaces de controlar la velocidad y dirección del automóvil.

El grupo de ingenieros a cargo del prototipo indica que el objetivo del Neuromóvil es hacer posible que las personas con discapacidades motrices, principalmente las que están confinadas a sillas de rueda, superen sus dificultades de movilidad y alcancen cierto grado de autonomía a la hora de moverse de un lugar al otro.

Es por eso que las imágenes del diseño muestran una puerta trasera de gran tamaño con una rampa: para que personas en sillas de rueda puedan abordar cómodamente.

El prototipo aún está en fase de desarrollo y son todavía muchos los detalles que hay que trabajar antes de que sea lanzado al mercado, pero los ingenieros son optimistas y creen que en 3 años podrán comenzar a producirlos en masa para los ciudadanos rusos.