Para algunos idiomas, como el inglés, amar y querer son sinónimos. Pero en español, si bien algunas personas pueden decirlo de forma indiferenciada, para otros pueden significar cosas muy distintas. Por eso, por ejemplo, en ciertas parejas, decir "te quiero" en lugar de "te amo" podría significar que algo no marcha bien. 

En "El Principito", Antoine de Saint-Exupéry crea un diálogo entre el pequeño personaje y la rosa que podría darnos algunas claves para entender la diferencia entre amar y querer de una forma muy dulce. 

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—Te amo —le dijo el Principito a la rosa que apareció en su planeta.

—Yo también te quiero —respondió la rosa.

—Pero no es lo mismo —respondió él, y continuó— Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía. Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes.

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Esta reflexión sobre el amar y el querer también está en el budismo, donde se explica por ejemplo que si queremos una flor, la cortaremos para llevárnosla; pero si la amamos, la regaremos y cuidaremos para que crezca en la tierra.

Cuando actuamos desde el amor, queremos que la otra persona sea feliz, más allá de nosotros y nuestro ego. Deseamos que viva con plenitud y pueda crecer. Por el contrario, si actuamos desde el querer, lo hacemos desde el miedo a la pérdida, desde la posesión.

Para ti, ¿es lo mismo decir te quiero o te amo? ¿Qué piensas?