Coherencia. Ésa parece ser la cuestión. Pero, ¿siempre pensamos y actuamos de la misma manera? ¿O eres de los que les pasa que pueden querer algo, y al mismo tiempo lo opuesto? ¿Cómo es posible? 

Desde la psicología se entiende que nadie tiene control sobre sí mismo. Esto quiere decir que la mente no es transparente a sí misma. No todo en el hombre es su ser consciente y racional; no todo en él es voluntario. Hay una parte del sistema psíquico a la que no solo le resulta imposible acceder, sino que además el contenido le resulta desconocido. Solo puede acceder a él de forma fragmentada. Hablamos del "inconsciente", de deseos, fantasías y temores que fueron reprimidos y cuyo contenido es muy intenso, tanto que permanecen ocultos. 

[Lee también: 20 frases de Sigmund Freud que te ayudarán a pensar en quién eres]

Aunque podría parecer que no podemos tener un deseo sin conocerlo, u odiar a alguien si lo amamos, o querer hacer algo y hacer totalmente lo opuesto, desde el psicoanálisis esto se explica porque el sujeto está dividido en su interior.

[Lee también: Qué podemos aprender sobre el arte de amar según la psicología]

Esto quiere decir que no hay nadie "coherente" totalmente, no hay una perfecta identidad del sujeto. Hay "identidades difusas", nunca hay una cohesión completa, porque justamente no hay nadie que pueda tener total control sobre cómo piensa o siente; hay un terreno, el del inconsciente, que le resulta desconocido.

¿Has experimentado esto alguna vez? ¿Qué opinas?