La materia no secrea ni se destruye, sólo ose transforma. Esa ley es universal y trascendentalpara nosotros, pero hay mucha más filosofía en esas palabras de lo quepodríamos suponer. Además de explorar las leyes de la física, también sirvepara mostrar el pensamiento budista y la filosofía zen. 

Nuestros actosestán entrelazados, ya sea por algo espiritual, o tal vez por átomos, que es delo que todo y todos estamos hechos. Viéndolo de esa forma, nosotros somos unocon la naturaleza, porque todo lo que somos es materia, y aunque parezca un caos,realmente seguimos un destino común.  


naturaleza

En 1868, el filósofo ambiental John Muir lo supo cuando hizo una expedición en lo que es ahora el Parque Nacional Yosemite y escribió lo siguiente:    

 “Cuando tratamos de elegir algo, lo encontramos enlazado a todo lo demás en el universo. Uno se imagina que un corazón como el nuestro debe estar latiendo en cada cristal y célula, y tenemos ganas de detenernos para hablar con las plantas y animales como si fueran compañeros de montaña. La naturaleza como un poeta, un trabajador entusiasta, se vuelve más y más visible a medida que avanzamos; porque las montañas son fuentes, lugares para comenzar relacionados con fuentes más allá de nuestra comprensión”.  

rostro

El ahora llamado “padre de los parques nacionales” entendió en el siglo XIX que nuestra relación con la naturaleza va más allá del contacto que tenemos con ella. En realidad se trata de un vínculo que existe desde hace miles de millones de años y que continuará aún después de nuestra muerte.  

“A uno se le recuerda constantemente la abundancia infinita y la fertilidad de la naturaleza, una abundancia inagotable en medio de lo que parece un desperdicio enorme. Y, sin embargo, cuando miramos en cualquiera de sus operaciones que están al alcance de nuestras mentes, aprendemos que ninguna partícula de su material se desperdicia o desgasta.  

Está eternamente fluyendo del uso al uso, de la belleza a la belleza aún más elevada; y pronto dejamos de lamentar el desperdicio y la muerte, y más bien nos regocijamos y exultamos en la riqueza imperecedera e indomable del universo, y observamos y esperamos fielmente la reaparición de todo lo que se funde, se desvanece y muere sobre nosotros, seguros de que su próxima aparición ser mejor y más bella que la anterior”.  

hombre

La filosofía de Muir nos enseña a vivir sintiendo esa conexión, a ver que las cosas nacen y mueren, pero aún antes de nacer ya fueron algo más, y después de su muerte servirán de nuevo a la misma naturaleza.  

Según Muir, el universo está conectado, no podemos esperar entenderlo completamente, pero sí podemos vivir en paz y en contacto con la naturaleza, pues a final de cuentas somos polvo de estrellas.