Una de las pocas cosas de las que todos estamos completamente seguros es que algún día vamos a morir. Algunas personas están tranquilas con este pensamiento pero otras no, llegando incluso a realizar incansables búsquedas por la famosa “Fuente de la Juventud” o el “Elíxir de la Vida”, cuya existencia nunca se ha confirmado.
Según relata, luego de morir se encontró frente a una luz muy brillante y sintió una poderosa sensación de paz. Desde el final del camino se escuchaba una música celestial y a medida que se fue acercando un olor maravilloso deleitó su sentido del olfato. El camino lo llevó a las mismísimas Puertas del Cielo, donde se encontró con alguien inesperado pero muy bienvenido: su abuelo, que había muerto varias décadas antes, pero además estaba acompañado de unas veinte personas.
Fue justo en ese momento, cuando más a gusto se estaba sintiendo en el Cielo, que súbitamente despertó en la misma cama de hospital en la que había muerto. Según cuanta el pastor, su mejor amigo se encontraba orando por su vida cuando inesperadamente regresó de la muerte, y este cree fervientemente que fue su fe en Dios la que le devolvió la vida a su amigo.
Don Piper comentó a un medio local: “Ahora ya sé lo que hay al otro lado, no tengo ningún problema en abandonar este mundo; al otro lado encontraré la paz eterna”.
¿Crees que realmente vamos al Cielo luego de morir, y que lo que nos espera es una paz infinita? Dinos lo que piensas.