Iban a ser unas vacaciones soñadas en medio del Caribe, pero se convirtieron en su peor pesadilla. A mediados de enero, esta pareja canadiense volvió de sus vacaciones en Punta Cana (República Dominicana) y ambos empezaron a notar una sospechosa inflamación en sus pies.

Según relataron Eddie Zytner y Katie Stephens, el primer síntoma fue un dolor punzante. Como ninguno de ellos podía usar zapatos, tuvieron que ayudarse con muletas para poder caminar.

Pero la situación empeoró con el correr de los días. En menos de una semana, notaron que tenían cicatrices por debajo de su piel, como si tuviesen "algo" moviéndose en sus pies.

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Al consultar al doctor, se enteraron que tenían una enfermedad que se llama larva migrans cutánea, causada por gusanos intestinales como los anquilostomas o tricocéfalos.

  • Normalmente, estos parásitos viven en el intestino de las personas infectadas o de animales, pero pueden encontrarse en el suelo en las heces que en algunos países se usan como fertilizantes.

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Lo más probable es que la pareja se contagiara con huevos del parásito mientras paseaban descalzos, y luego las larvas de los gusanos empezaran a penetrar su piel abriéndose camino en sus piernas y dejando huellas curvadas parecidas a cicatrices, así como causando una inflamación.

Ya fueron atendidos para librarse del parásito, pero ahora buscan concientizar a otras personas de los riesgos a los que debemos estar atentos siempre, incluso cuando vamos de vacaciones. Si el parásito fue contraído gracias al uso de heces como fertilizante en áreas turísticas, podemos decir que no fue mala suerte ni el curso natural de las cosas, sino que una mala práctica humana fue responsable del problema.