A nadie le gusta sentirse mal anímicamente. Por eso, cuando tenemos trastornos de ánimo, buscamos combatirlos de todas las maneras posibles; queremos volver a sentirnos bien. Pero, ¿Se te ocurrió pensar que quizá el problema está en la alimentación?

La alimentación influye tanto en nuestras emociones, que la deficiencia de ciertos nutrientes puede afectar nuestro ánimo. Aunque hay que aclarar: una buena alimentación no te hará estar feliz todos los días. Pero sí que ayuda.

No se trata de estar de buen o mal humor, sino de evitar los trastornos generalizados de ánimo, como la depresión o la ansiedad.

Si bien en casos en los que te sientas deprimido o ansioso deberías consultar con un especialista, puedes empezar también incorporando estos nutrientes a tu dieta diaria:

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1. Zinc

El zinc es un macronutriente esencial, y su deficiencia puede ser responsable de trastornos de ánimo, especialmente la depresión.

Según lo demostrado en un estudio del 2013, las personas deprimidas tenían alrededor del 14% menos zinc en sangre que las personas promedio. Y las personas con depresión aguda, incluso niveles más bajos.

Así que la relación entre deficiencia de zinc y depresión parece bastante directa. La ingesta diaria de zinc recomendada por los especialistas es de 9 mg para las mujeres y 11 mg para los hombres. Algunos alimentos ricos en zinc son los frijoles, granos, frutas secas y semillas.

2. Omega-3

El Omega 3 es un ácido graso esencial, que tiene una particularidad: el cuerpo no puede crearlo por sí mismo, como otros. Entonces, sólo se puede incorporar externamente, y una de las formas más fáciles es a través de la alimentación.

Además de reducir el colesterol malo, el Omega-3 tiene efectos antiinflamatorios y benefician la salud del corazón. Pero, como si fuera poco, su deficiencia también influye negativamente en las emociones, pudiendo producir trastornos de ánimo.

Uno de los alimentos que más Omega-3 tiene es el salmón. Pero no creas que es el único, ni que tienes que comer carne para obtenerlo. Las nueces, la palta y las semillas son grandes fuentes de Omega-3.

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3. Vitamina D

La deficiencia de la Vitamina D se ha relacionado con depresión, así como la demencia y el autismo. Pues esta vitamina es vital para sintetizar hormonas como la dopamina y la serotonina, las hormonas encargadas de mantener normalizado el estado de ánimo.

La Vitamina D tiene la particularidad de no tener tanto que ver con la alimentación como con la luz del sol. Pasar un tiempo al sol cada día es vital para que el cuerpo pueda generar vitamina D (quizá por eso nos sentimos más tristes los días grises).

Si quieres incorporarla a tu vida, da un paseo al sol cada día. Eso sí: siempre con protección.

4. Magnesio

El magnesio es otro nutriente muy importante en relación a la producción de dopamina y serotonina. En el caso del magnesio, ayuda a activar las enzimas necesarias para producir dichas hormonas.

Por este y otros motivos, la deficiencia de magnesio contribuye a la aparición de depresión, ansiedad, y otros trastornos de ánimo. Incluso se lo ha relacionado con la pérdida de coeficiente intelectual.

Algunos alimentos ricos en magnesio son las algas, las almendras, aguacates, plátanos, frijoles, semillas de calabaza, cereales integrales orgánicos, salvado y verduras de hoja verde.

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5. Hierro

El hierro es un nutriente vital para el desarrollo y funcionamiento cognitivo, sensoriomotor, y el desarrollo socio-emocional. Por eso, su déficit está relacionado con distintos trastornos de ánimo. Causa síntomas de depresión, tales como fatiga, confusión e irritabilidad. También está relacionado con el trastorno de ansiedad, el déficit de atención y el desarrollo cognitivo.

Las mujeres necesitan más cantidad de hierro que los hombres, por lo que la deficiencia del mismo es más común en ellas.

Muchas personas creen que el déficit de hierro tiene que ver con llevar una dieta vegetariana, puesto que la carne roja es rica en este nutriente. Pero eso no es cierto, puesto que muchos alimentos poseen grandes cantidades de hierro, como la espinaca, los frijoles, la remolacha, la harina de avena, la granada, el huevo, entre otros.

Además, comer alimentos ricos en vitamina C ayuda a la absorción del hierro.

6. Selenio

El selenio es otro nutriente esencial para la salud cerebral, puesto que es vital para el correcto funcionamiento de la glándula tiroidea que, a su vez, es esencial para una buena salud mental.

Así, este nutriente evita trastornos de ánimo.

Algunos alimentos ricos en este nutriente son los frijoles, guisantes y huevos.