David Ostrovsky es un argentino de 33 años al que, en el 2009, le diagnosticaron esclerosis múltiple. Un tiempo después de haber empezado el tratamiento, David descubrió que el diagnóstico que le habían hecho era erróneo y esto casi le cuesta su vida, ya que este error hizo que su cuadro empeorase aun más.

Por sus propios medios, David empezó a investigar qué era realmente lo que padecía y dio con su verdadero diagnóstico: el joven padece de la enfermedad de Lyme, una bacteria contraída por la picadura de una garrapata de ciervo. A partir de ese momento, comenzó una lucha de la que David busca salir adelante, curarse y volver a sus actividades normales.

Para poder lograrlo necesita de una gran ayuda: necesita reunir una suma enorme de dinero para poder viajar a Estados Unidos y realizarse el tratamiento. 

David tenía 27 años y estaba terminando sus estudios en la universidad. Trabajaba, corría y andaba en bicicleta tal como cualquier otro joven de su edad. Un día, y de forma repentina, perdió parte del habla y la capacidad de caminar. Visitó muchísimos médicos y especialistas pero nadie le daba un diagnóstico concreto. Un tiempo después, creyeron encontrar la causa, y se creyó que padecía de una enfermedad autoinmune conocida como esclerosis múltiple. 

Inmediatamente después de que lo diagnosticaron, David comenzó un tratamiento para curar esa enfermedad. Sin embargo, él no se encontraba conforme con el veredicto y quiso buscar otras respuestas. Se negaba ante la posibilidad de pasar el resto de su vida en una silla de ruedas. Sin tener ningún conocimiento sobre medicina, se puso a investigar y a tratar de descubrir de qué otra enfermedad se podía tratar, a tal punto que llegó a enviar su sangre para que fuera analizada en Estados Unidos.

Luego de mucha búsqueda e investigación y de numerosos estudios realizados en el exterior, David dio con su verdadero diagnóstico: la enfermedad de Lyme. Consecuencia de la presencia de una bacteria que contrajo mientras corría al aire libre en Estados Unidos. Esta bacteria es producto de la picadura de una garrapata de ciervo.

Gracias a haber descubierto por su cuenta este diagnóstico salvó su vida, ya que el tratamiento para la esclerosis múltiple que le estaban aplicando lo estaba matando más que la propia enfermedad.

Una vez que descubrió su diagnóstico, quiso hacerse ver por médicos en Argentina. Sin embargo, allí la enfermedad es completamente desconocida, por lo tanto no hay médicos especialistas. David tuvo que volver a agarrar los libros y ponerse a investigar. 

Su búsqueda lo llevó a encontrar un centro especializado en Estados Unidos al que pudo viajar unos meses y comenzar un nuevo tratamiento. A partir de ese momento, comenzó paulatinamente a mejorar: recuperó parte del habla y pudo volver a caminar. Pudo mudarse solo y adoptó a Fiona, una perrita que desde entonces le hace compañía y lo acompaña en su lucha. Ya no está solo: Fiona lo acompaña a todos lados y lo ayuda a hacer sus ejercicios de rehabilitación. 

El problema es que, por una cuestión económica, David no pudo finalizar el tratamiento y tuvo que volver a Argentina. A partir de su llegada, comenzó a sufrir desmejoras y terriblesdolores, síntomas que no puede tratar ya que en el país carece de médicos especializados. Es por esta razón que necesita volver a Estados Unidos, para poder así finalizar el tratamiento y curarse por completo. 

La única razón que está frenando su partida es que necesita reunir 477.000 USD para poder costear el tratamiento que dura dos años. Este tratamiento debe realizarse de forma urgente ya que es necesario revertir los daños neurológicos producto, no solo de la enfermedad, si no del primer diagnóstico erróneo. Su profundo deseo es poder curarse y recuperar por completo su vida: volver a correr, a andar en bicicleta y terminar sus estudios. 

Se puede ayudar a David desde la WEB que creó junto a su familia, en ella se pueden realizar donaciones y aportar para que él junte la suma necesaria para viajar al exterior. 



Entre todos podemos ayudar a David a recuperar su salud y su vida.