Hace poco más de un mes, fue la fotografía de Wang Fuman, el niño chino que llegó congelado al colegio, la que conmovió al mundo. Hoy es otra historia con un trasfondo similar. Otro niño que deja en claro que tan grande es el esfuerzo que muchos pequeños de todo el planeta hacen para ir a la escuela.

Se trata de un niño filipino llamado Justin, de 7 años, quien se llevó a su hermana de un año al salón de clases porque nadie más podía quedarse a cuidarla. La foto fue tomada por la maestra del niño y compartida en Facebook, donde los usuarios no pudieron contener su admiración.

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"No quiero ausentarme, señorita. Traeré a mi hermana de un año porque mi abuela tiene que trabajar en la granja y nadie se puede quedar a cuidarla", le dijo Justin a su maestra, Mamlei, quien trabaja en la Escuela Primaria Salvación, en la región de Magallanes. 

La imagen se volvió viral y a Justin le han llovido cumplidos por su determinación para educarse, pero también para cuidar a su pequeña hermana. Otros han comentado que es responsabilidad de todos que niños tan pequeños tengan que acostumbrarse a condiciones tan duras. El de Justin es un ejemplo de valor y perseverancia, pero también un llamado de atención a los adultos que tienen en sus manos las decisiones para hacer más simple la vida de niños como él.

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