Tras haber sido atropellados por un automóvil, un koala y su cría fueron trasladados a un hospital de animales. El pequeño sólo tenía heridas menores pero su madre necesitaba una cirugía urgente para sobrevivir. El bebé no se separó de ella en toda la operación.

Phantom, un koala de seis meses, y su madre, Lizzy, fueron atropellados por un automóvil en una autopista de Brisbane, Australia. Ambos fueron atendidos en el hospital veterinario del zoológico local. El pequeño estaba a salvo y casi no había sufrido lesiones. La situación en el caso de su madre era un poco más complicada: uno de sus pulmones se había perforado y necesitaba ser operada de urgencia.

Para evitar que Phantom se estresara, lo dejaron estar junto Lizzy mientras los veterinarios la operaban, según le explicó la vocera del hospital, Kate Carey, a USA Today. El pequeño se aferró a su madre durante toda la cirugía.

Lizzy logró tolerar la operación, pero tuvo que quedarse en el hospital, ya que también había sufrido traumatismos faciales y necesitaba ser tratada con antibióticos. Phantom tampoco se apartó de ella durante su recuperación. Los veterinarios lo fotografiaron aferrándose a la cabeza de su madre mientras ella descansaba.

Una vez recuperados, Phantom y Lizzy fueron dejados en libertad. “No haya nada más gratificante que haber logrado una rehabilitación exitosa para estos dos koalas. No estuvieron con nosotros por mucho tiempo, pero en el corto período que pasamos con ellos, nos enamoramos de esta adorable pareja”, dijo la veterinaria Rebecca Millers, que atendió a ambos desde que llegaron al hospital.