Cuando sales al parque para pasear a tu pequeño en su carriola, es probable que a veces coloques una toalla o una cobija sobre ella para protegerlo del fuerte sol de verano. Si lo haces con frecuencia, ¡detente!

  • Al hacer, es cierto que evitamos que nuestro bebé reciba los rayos del sol directamente, pero también creamos un espacio aislado dentro de su carriola que puede incluso estar más caliente que el ambiente exterior.

Según un estudio realizado en un hospital de Estocolmo, Suecia, cuando cubrimos el coche con una sábana la temperatura en el interior puede llegar a alcanzar los 37ºC debido al pequeño efecto invernadero que se da como consecuencia.

Para evitar que esto suceda, lo mejor sería que dejaras la carriola abierta. El capó es generalmente suficiente para protegerlo de los rayos del sol. En todo caso, puedes cargar una sombrilla pero siempre asegurándote de que se mantenga ventilado.

¡Y no olvides mantenerlo hidratado! La deshidratación es uno de los mayores retos del verano y las tardes de sol pueden ser muy calurosas. Asegúrate de protegerlo de la insolación, pero siempre de manera informada.