Ángel y María, que hoy tienen 55 y 66 años, se conocieron en 1993. Aunque por aquellos días ella no estaba interesada en tener una relación, decidieron tener una boda civil 3 años después, en 1996, y por los siguientes 19 años llevaron una vida “de lo más normal”, según le cuenta María al portal Verne.

Esta normalidad, sin embargo, llegó a su fin hace poco más de 2 años, cuando Ángel fue diagnosticado cáncer de colon.

Al principio se lo tomó muy mal, pero luego se dio cuenta de que no tenía caso sentirse derrotado y ha hecho todo lo posible para que los dos salgan adelante. A pesar de su admirable esfuerzo, Ángel sabe que la enfermedad va a poder más que él en algún momento. “Yo sé que no voy a poder. La enfermedad sigue adelante y los dolores son muy fuertes”, confiesa Ángel.

Por esta razón, decidió hacer un último acto de valentía: le declaró matrimonio a María por segunda vez. Lo hizo desde el centro de cuidados paliativos de Madrid en el que está internado desde julio, donde recibe tratamiento para sus dolores.

Esta vez se casaron por la Iglesia, porque Ángel ha descubierto su fe católica en los últimos meses. Pero por encima de todo, Ángel lo hace como una última declaración de su por María. “Quiero dejárselo como muestra de amor, de mi cariño por ella”, contó.

No hubo mucho tiempo para preparativos porque Ángel está literalmente en una carrera contra el tiempo, los familiares de María hicieron lo imposible para conseguirle un vestido de novia y que pudieran tener una boda digna, muy tranquila y humilde. La ceremonia se celebró en el pasillo del centro de cuidados paliativos, y los invitados disfrutaron de vino y pastel.

María sabe que le queda poco tiempo con Ángel, pero nunca deja de mirar hacia adelante. “Esta boda me ayudará a seguir adelante. Pensaré en la boda, en que ha sido un momento muy bonito, que es un recuerdo que él se ha llevado, y que me lo quiso dejar”, concluyó.