Una familia canadiense recibió una feliz e inesperada noticia cuando su hijo Anton, de 39 años, que había desaparecido en 2012, regresó a casa.

Pero lo sorprendente fue que Anton Pilipa, que había escapado de una institución mental cuando desapareció en Toronto, Canadá, y no llevaba documentos consigo,  fue encontrado en el Amazonas.

Se cree que Anton llegó allí a pie, quizás incluso caminando descalzo, y que viajó todos estos años caminando, haciendo dedo y escondido en la parte de atrás de los camiones porque estaba obsesionado con llegar a la Argentina. Así lo explicó su hermano Stefan a los medios de comunicación.

Según explicó su hermano Stefan, Anton tenía problemas mentales cuando desapareció, y su familia ya no tenía esperanzas de reencontrarse con él. 

Su hermano también contó a los medios un detalle muy peculiar: Anton estaba obsesionado con conocer la Biblioteca Nacional Argentina, un edificio público de ese país. Se cree que logró llegar, pero las autoridades no le permitieron ingresar por no tener una identificación. Entonces, volvió a subir hasta el amazonas, y allí permaneció.

Durante todo ese tiempo, sin trabajo ni dinero,  vivió comiendo frutas que recolectaba de árboles, de la generosidad de extraños y de la suerte. Según el relato de su hermano, caminó durante 800 kilómetros por el Amazonas, donde enfrentó arañas, serpientes, jaguares y todo tipo de amenazas. No aprendió ni español ni portugués. Su supervivencia fue un milagro.

La familia, que lo buscó intensamente por años pero no tuvo noticias de él hasta el último diciembre, cuando una policía de Brasil se comunicó con Stefan en las redes sociales, está feliz y sorprendida.

Luego de ser hallado, Anton fue llevado a un hospital para esperar a su hermano en Manaos, y se escapó de allí. A las horas, fue encontrado otra vez. Ahora está en Canadá, y su familia espera poder afrontar un tratamento para que mejore y vuelva a adaptarse a la sociedad.

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