Como todo estudiante sabrá, casi no existe momento más estresante que el de rendir examen. Peor aún son las épocas de parciales o finales, en donde quizá se junta más de una prueba en muy poco tiempo. En esas situaciones, uno llega hasta a temer por su vida: ¡No voy a sobrevivir a los exámenes!

Tranquilo, joven (o no tanto) estudiante. Tú sí que vas a sobrevivir a los exámenes. Lo han hecho muchos antes que tú, y lo harán los que vengan después, aunque no se lo crean.

Pero si además de salir vivo de ellos quieres que no se hagan tan pesados, si estás buscando la manera de estudiar sin perder la cordura, quizá estos consejos puedan ayudarte.

sobrevivir a los exámenes

1. Respira

Quizá te parezca un cliché, pero ¿Lo has intentado?

En esos momentos en los que parece que el mundo va a colapsar a tu alrededor, sólo es cuestión de frenar unos minutos y respirar profunda y conscientemente. La respiración está íntimamente ligada a la mente, y puede ser tu botiquín de primeros auxilios cuando te invada la ansiedad.

Intenta esto: al inhalar cuenta hasta cuatro. Retén el aire mientras cuentas hasta 6,y luego exhala.

Además de que respirar profundo ya te ayuda, contar también hace que la mente se concentre por un momento en otra cosa, y se tranquilice.

2. Recuerda que no muere nadie

Vamos, es un examen. De verdad, nadie morirá a causa de él (a menos que sea una práctica de cirugía a corazón abierto, claro). Dices que no puedes sobrevivir a los exámenes, pero es solamente una expresión, no es literal.

Pero a veces, uno parece olvidar que su vida no está en juego: el miedo es casi tanto como si lo estuviera.

En esos casos, piensa en el examen al que vas a enfrentarte como un desafío. Algo que te motiva, y que te acerca a tus objetivos, pero no algo de vida o muerte. Si lo pasas, excelente. Si lo repruebas, intenta sacar algo bueno de la experiencia, y no habrá sido en vano.

sobrevivir a los exámenes

3. Desahógate

Puede que no quieras hablar del tema, o sientas que estás molestando a todo el mundo. Pero si es algo importante para ti, hablar de ello te hará sentir mucho más relajado.

Si sientes que estás demasiado paralizado, y necesitas un consejo, habla con tus compañeros o con algún egresado. No tiene nada de malo que expongas tus miedos, tus dudas y frustraciones, al contrario: te sentirás acompañado.

4. Tómate descansos inteligentes

Mira, si no duermes en todo el día, si no te das una ducha y quizá miras un poco de tele, no vas a rendir bien ese examen. Es importante que te des espacios para relajar y hacer cosas que te gusten.

Por supuesto, lo mejor es no exagerar. Lo mejor es que lo hagas de forma inteligente. Puedes programar cierto tiempo de descanso cada cierto tiempo de estudio (por ejemplo, una hora de estudio, 20 minutos de descanso). También es una buena idea que salgas de tu casa y hagas ejercicio (eso ayudará a activar tu mente).

Usa el tiempo que no estés estudiando para hacer cosas que te hagan sentir mejor, más despejado, más tranquilo, más seguro de ti mismo.

5. No descuides la alimentación

Cuando estás demasiado ocupado estudiando, quizá te olvidas de cosas esenciales, como comer. Puede que te pases el día tomando café y comiendo galletas dulces, pero eso, créeme, es lo peor que puedes hacer.

Come de forma saludable, llénate de nutrientes ante de los exámenes. ¿Sabes por qué? Porque la alimentación nutritiva y equilibrada te ayuda más a mantenerte despierto que el café. Además, ayuda a que tu cerebro se oxigene (y por ende piense) mejor.

Además de que todo tu cuerpo se sentirá mejor y eso, claro, te permitirá concentrarte en el lado intelectual del asunto (¿alguna vez has intentado rendir un examen con dolor de panza? ¡Es casi imposible!

Y por favor, toma mucha agua.

sobrevivir a los exámenes

6. Aléjate de la tecnología

Si puedes estudiar buena parte de tu examen alejado del ordenador, te harás un favor. Tu cerebro está mucho más preparado para recordar aquello que se plasma sobre un papel (con movimientos de todo el cuerpo incluidos), que lo que ves en una pantalla.

Además, también tiende a recordar más lo que se lee de un libro que lo que se lee de un ordenador. Simplemente, porque recuerda mejor los estímulos físicos (grosor del papel, la sensación de la mano pasando por él, el movimiento del brazo al escribir, etc.) que los conceptos abstractos (las palabras en sí mismas).

Este es el motivo por el que escribir tus propios apuntes te será mucho más útil que leer un artículo de Wikipedia.

Y por supuesto… ¡Olvídate del móvil por un tiempo! Hay apps que te ayudan a no tocar el celular mientras trabajas, si no puedes separarte de él, recurre a alguna de ellas.

7. Si no alcanza, no dudes en recurrir a un especialista

Escucha, no eres raro por estresarte a causa de los exámenes. Psicólogos de todo el mundo atienden a estudiantes ansiosos, y ninguno se avergüenza por ello. Haz todo lo que necesites para sentirte bien y enfocado en tus objetivos.

Si la situación de examen te provoca síntomas graves, como insomnio, o una ansiedad incontrolable, bienvenido al club. No eres el primero. Pero tampoco son cosas a las que deba restárseles importancia.

Así que si sientes que verdaderamente no estás pudiendo sobrevivir a los exámenes, busca ayuda profesional. ¡Hará un antes y un después en tu vida de estudiante!

¿Has creído alguna vez que no ibas a sobrevivir a los exámenes? ¿Qué técnicas usaste para sentirte mejor?