Seguramente millares de mujeres coincidirán en que dar luz es una de las cosas más maravillosas que le puede pasar a una. Y seguramente sea cierto. Traer una nueva vida al mundo no es algo que hagamos a diario. Pero todo tiene su lado B, ese que muchas veces no se dice pero que toda mamá ha atravesado.

Por eso, si has tenido hijos, seguramente reconoces muchas de estas cosas. Y sino, ya estarás preparada si algún día decides tenerlos.

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1. Expulsar la placenta se siente más o menos como un segundo parto.Es una de las partes menos romantizadas de dar a luz, pero tan cierta como la salida del bebé.

2. Reírse después del parto puede ser una experiencia extremadamente dolorosa. Y en casos más extremos, hasta mantener en pie puede serlo.

3. No vuelves a tu casa con la ropa de antes de estar embarazada. Sí, es cierto que postparto sentirás unos cuántos kilos menos, pero tu cuerpo no volverá a ser el mismo de la noche a la mañana.

De cualquier modo, no desesperes: tu cuerpo “normal” volverá a su debido tiempo.

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4. Sangrarás (más de lo que piensas). La cosa no se acaba sencillamente en el parto. Durante un par de días, toda la herida causada por el desprendimiento de la plancenta seguirá sangrando.

Tranquila, consulta a tu médico pero mantén la calma pues es normal.

5. Puedes llegar a tener que usar pañales. Bueno, ese sangrado no va a poder detenerse con tampones o copa menstrual, pues estás de posparto. Compresas y pañales quizá sean lo único que te salven.

6. Aumentarán tus senos. Sí, mucho. Especialmente si te decides por la lactancia materna. Tus senos estarán tan grandes y firmes que casi no los reconocerás.

7. También pueden subir calores. A muchas mujeres les da un fuerte calor en el pecho cuando sube la leche.

Ya sabes, si creías que con el embarazo habías experimentado todos los cambios de los que tu cuerpo es capaz… ¡Estás equivocada!

8. Te puedes volver a quedar embarazada. No es común, pero muchas mujeres terminan quedando embarazadas muy poco después de tener un hijo porque creen que no van a quedar de vuelta tan rápido.

Lo mejor es que consultes con tu ginecóloga y vuelvas a cuidarte en cuanto vuelvas a tener sexo.

9. Tu barriga se verá diferente. Tranquila. Son simples señales de que has llevado dentro un ser que ya ha nacido. Además, si te cuidas, le dedicas tiempo y tienes paciencia, dejará de lucir tan mal.

Pero lo importante es que abraces tu nuevo cuerpo, que lleva en él las marcas de la maternidad.

10. Odiarás a tu pareja. Les pasa a muchas, y no es una cuestión de lo que el otro haga. Se trata de que durante meses tú eras la única “dueña” de ese bebito que ahora está fuera de ti. Y las hormonas harán de lo suyo.

Ten paciencia y recuerda que para tu pareja también es un cambio trascendental en su vida.

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Fuentes:

Ser Padres

Buzzfeed