Diversos grupos de científicos estadounidenses se plantean una multitud de métodos para el exterminio de mosquitos que propagan enfermedades tan peligrosas como malaria, zika y dengue. Pero, ¿realmente deberían? ¿Es esta una decisión que nos corresponde tomar a nosotros?

Hace dos años el mundo entero estaba en alerta a causa de la propagación acelerada de los mosquitos de la especie Aedes aegypti, transmisor del zika, enfermedad que comparte características con la malaria y el dengue. En 2015 causó 212 millones de enfermos y casi un millón de muertos.

El temor aumentó cuando se estimó que el piquete del mosquito en mujeres embarazadas podría producir alteraciones neurológicas en los recién nacidos. Con un mecanismo de transmisión tan común, ¿qué se ha hecho para prevenir estas enfermedades?

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Debido a que las vacunas tampoco fueron fáciles de adquirir, científicos del grupo ISCA Technologies en California ideó una controversial manera de erradicar a los mosquitos. El grupo sugiere el uso de unas partículas llamadas semioquímicos, unos fármacos que segregan un olor natural humano que resulta atractivo para los mosquitos.

Uno de los métodos de erradicación a partir del uso de estas partículas es a través del rocío sobre el ganado moribundo, que anteriormente fue dotado de agentes tóxicos inyectados, para ser picados por los mosquitos, resultando en la muerte inmediata de los insectos.

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El segundo método consiste en rociar con semioquímicos zonas de reproducción de la hembra. En lugares húmedos, como los charcos que resultan de la lluvia, las hembras depositan sus huevos para dar lugar a pequeñas larvas. El desarrollo de los huevos sería imposible ya que los semioquímicos u odorantes contienen una bacteria llamada Bacillus thuringiensis israelensis, que acaba con la vida de larvas de los mosquitos.

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El tercer método es más simple, y aprovecha el gusto de los mosquitos por el azúcar, mezclándola con insecticida y rociando paredes.

Ahora bien, como se sabe, cada organismo viviente aporta un orden y balance en el ambiente, por lo que el exterminio total de mosquitos resulta ser no solo escandaloso sino también dañino para el medio ambiente y los seres humanos. Si bien son desagradables, nos guste o no algunas picadas de mosquitos producen anticuerpos que nos hacen más resistentes a otros virus, y también contienen genes que ayudarían a combatir otros tipos de patologías.

Los ambientalistas plantean que es necesario reevaluar y elegir de manera responsable las medidas que produzcan un daño mínimo al medio ambiente.

Y tú, ¿qué crees? ¿Estarías de acuerdo con la eliminación de los mosquitos para salvar millones de personas? ¿Y crees que tiene sentido, o que en verdad ellos son parte del ecosistema y nos ayudan más que lo que nos perjudican?  ¿Crees que el daño ambiental resultante sería demasiado para siquiera considerarlo? Dinos lo que piensas.