Cuando un bebé nace, suele ser un momento de ilusión para las familias. Pero aunque eso es lo que todos deseamos, no siempre las cosas ocurren de la misma manera. Para algunos niños la llegada al mundo es un momento tranquilo en familia, pero para otros, los primeros meses de vida son toda una travesía.

Esto le pasó al pequeño Ward Miles, que nació cuando su madre llevaba solo 25 semanas de embarazo. Los bebés que nacen tan temprano no tienen buen pronóstico, y además había pesado solo 500 gramos, pero él se aferró a la vida.

Sus padres también se abrazaron a la esperanza, y aunque su aspecto era frágil, grabaron todo su primer año de vida: desde que su madre Lindsay lo acunó por primera vez, hasta que Ward pudo irse finalmente a casa, 107 días después.

Los médicos y su familia lo cuidaron, y su mamá no perdió ninguna oportunidad para tomarlo en brazos y ponerlo cerca de su pecho. Él estaba conectado siempre a múltiples cables y era tan pequeñito que cabía en las manos de ella.

Pero Lindsay no flaqueó en ningún momento, y junto con su pareja dieron todo lo mejor de sí, esperando que el bebé saliera adelante. ¡Y lo lograron!

El video que muestra todo el proceso es conmovedor y no te dejará indiferente:

Pero si el video te pareció impactante, prepárate para algo mejor: de eso ya han pasado varios años. Ahora Ward es un niño grande y feliz. Estas son algunas fotografías, en las que se lo puede ver junto a su familia.