Seguramente alguna vez decidiste darte una ducha de agua caliente para olvidarte de un mal día, y cambiar la energía. Es una tendencia natural y en realidad, un conocimiento milenario: el agua cura.

La hidroterapia se trata justamente de eso: de utilizar el agua para sanar.

En cuanto a la terapia física, se emplea el agua para generar ese entorno terapéutico para el organismos, sus músculos y articulaciones. Este método de sanación está diseñado por fisioterapeutas, que entienden que el el medio acuático es ideal para trabajar determinadas dolencias.

Además, la hidroterapia también se recomienda para aquietar la mente y mejorar la salud mental de problemas tales como depresión, ansiedad generalizada, etc.

Cómo funciona la hidroterapia

En hidroterapia, el agua actúa como un relajante natural, lo que ya predispone a los individuos a realizar la actividad.

Además, el cuerpo se siente más “liviano” en el agua, puesto que esta realiza un empuje sobre el sujeto. De este modo, es posible realizar en el agua ejercicios que serían imposibles fuera de ella.

El agua también ayuda a que se ejerza menos presión sobre las articulaciones a la hora de hacer ejercicios, y que el oxígeno fluya mejor por todo el cuerpo (pues acelera el flujo sanguíneo).

Finalmente, el agua bien cálida actúa como analgésico de músculos y articulaciones.

Beneficios de la hidroterapia

Por todo lo mencionado, la hidroterapia entiende que el agua es un medio perfecto para que las personas puedan desarrollar ciertas habilidades motoras, mejorar su salud física y encontrar un espacio donde relajarse y permitir acallar también los pensamientos.

Estos son algunos de los beneficios, entonces, de la hidroterapia:

Efectos cardiovasculares, ya que se favorece la circulación vascular periférica.

Estimulación del sistema inmunitario.

Disminución de contracturas musculares, dado que la temperatura del agua relaja los músculos y alivia problemas como las lumbalgias o tendinitis.
Acción sedante y analgésica, que favorece el sueño y el descanso.

Relajación física y psíquica, que contribuye a reducir el estrés y los estados de ansiedad.

Mejora el bienestar general, por lo que también ayuda a los pacientes con trastornos depresivos.

Facilita la respiración, pues el vaho de las aguas calientes y de la sauna dilatan y mejoran la entrada de oxígeno a los pulmones.

¿Qué esperas para intentarlo?

Fuentes:

Guia Fitness

Salud 180

Web Consultas