Si eres de esas personas que llevan una mala racha durante mucho tiempo, tanto tiempo que crees que tu vida nunca podrá cambiar a mejor, recuerda que de la misma manera que no se puede tener una suerte eterna, tampoco se puede tener una mala racha eterna. Todo puede cambiar a mejor en un momento de tu vida. Ahora bien, existe una diferencia entre tener una mala racha o interpretar nuestra vida como si fuera una gran mala racha que nos está durando toda la vida. Esta segunda situación implica que sólo fijamos nuestra atención en las cosas malas que nos ocurren. Te pondré un ejemplo: imagina una persona que no encuentra trabajo pero tiene mucha gente a su alrededor dispuesta ayudarle hasta que encuentre empleo. ¿Qué pensarías? ¿Que tiene mala suerte o que es afortunado? Hay personas que se consideran afortunados pese a esa circunstancia difícil en sus vidas porque son capaces de fijar su atención en el lado bueno de sus acontecimientos.

Quienes fijan su atención en lo malo de sus vidas, en lo problemático, consideran que hacer lo contrario es inútil y que no sirve para nada. Piensan que es de cuerdos y realistas fijar la atención en los problemas y de ilusos vivir de los acontecimientos positivos que nos ocurren. Detrás de este pensamiento se esconde el miedo de no poder resolver "lo malo" si observamos sólo "lo bueno" de los acontecimientos y, si no los arreglamos, nunca seremos felices. Así que prefieren vivir preocupados temiendo un mal futuro si no se preocupan ahora. Sin embargo nada les garantiza que lo peor vaya a ocurrir en el futuro como tampoco nadie les puede garantizar que vaya a ocurrir a mejor. Lo único que tienen claro es que hoy, ahora, en este momento, han elegido estar preocupados y guiar sus vidas por lo malo que les ocurre.

¿Esperarás que esa cuerda que tan mal ves se rompe sola, que tu mala racha acabe o prefieres romperla tú mismo ahora, en este momento decidiendo apoyarte en lo mejor de tu vida?

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