Luego del anuncio formal de que Estados Unidos finalmente se retirará del Acuerdo del País, el planeta se está movilizando en la búsqueda de otros ejes a partir de los cuales repensar el compromiso de contener el avance del cambio climático. 

En este marco, una planta como la que conocerás en esta nota podría ofrecernos una herramienta para ayudar a disminuir la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, uno de los gases de efecto invernadero más emitidos y contaminantes. 

Se trata de la primera planta de captación directa de aire, creada por una compañía con sede en Suiza, que es capaz de filtrar 900 toneladas de dióxido de carbono en un año. 

¿Cómo es capturado el CO2?

La planta utiliza un tipo de tecnología que se denomina "de emisiones negativas" y lo que hace es capturar el gas en la atmósfera mediante un filtro. Las moléculas del dióxido de carbono se mantienen  enlazadas químicamente al filtro con la humedad del aire, y el aire limpio, por su parte, es devuelto a la atmósfera.  

¿Y luego qué se hace con el gas capturado?

Cuando el filtro se llena, se retira y almacena. La idea de los ingenieros fundadores (Christoph Gebald y Jan Wurzbacher) es poder comercializarlo a los invernaderos ya que los ayudaría en el cultivo de los vegetales como tomates y pepinos. Esto, de hecho ya lo están realizando mediante un suministro continuo a un invernadero local a través de una tubería subterránea.

El gas también puede ser usado para gasificar refrescos o para producir combustibles u otros materiales.

¿No es hora de que aprovechemos la tecnología, la creatividad y el ingenio para pensar alternativas que puedan ayudarnos no solo a detener las emisiones, sino también a reducir la cantidad de gases contaminantes que ya existen en el aire?

[Quizás también te interese leer: Estos son los países que más contaminan]