Un grupo de investigadores ha desarrollado un método que convierte la fruta conocida como “durián” en dispositivos que pueden cargar teléfonos, computadoras portátiles y más.

El durián o durión es una fruta tropical que crece en los árboles de durio, originarios del sudeste de Asia. Es principalmente conocida por tener un insoportable mal olor, tan infame que está prohibido llevar durianes en los sistemas de transporte público de Singapur.

Solo recordar el olor, descrito frecuentemente como similar al del estiércol, provoca escalofríos de repulsión para muchos. Sin embargo, la fruta es comestible, y dicen que su textura es realmente cremosa y su sabor dulce.

A pesar de su mala fama, un grupo de científicos de la universidad de Sídney ha decidido que es hora de cambiar su reputación y aprovechar sus propiedades químicas para convertirla en un cargador de dispositivos electrónicos.

fruta apestosa durian

"Súper cargadores" de baterías

El estudio fue publicado en la revista Science Direct, demostrando que los desechos del durián pueden tener aplicaciones muy inesperadas.

Como medio para enfrentar los desafíos del calentamiento global y el agotamiento de los combustibles fósiles, el equipo se enfrentó al durián como alternativa para crear “supercondensadores electroquímicos”.

"Los supercondensadores son como depósitos de energía que distribuyen la energía sin problemas", dijo el profesor asociado Vincent Gomes. Son capaces de almacenar rápidamente grandes cantidades de energía dentro de un dispositivo pequeño y luego suministrar energía para cargar dispositivos como teléfonos móviles, tabletas y computadoras portátiles, en unos pocos segundos.

Utilizando durianes comprados en mercados, convirtieron las porciones de desechos de la fruta en supercondensadores que se pueden usar para almacenar electricidad de manera eficiente.

Persona cargando la batería de su teléfono celular con un cargador portátil

Utilizaron un método de ingeniería ni tóxico y ni peligroso que transforma a la fruta en un material de carbono sintético liviano y poroso, y muy versátil. Los llaman aerogeles de carbono, y son excelentes supercondensadores.

En comparación con las baterías, los supercondensadores cargan dispositivos a una velocidad muchísimo más alta. El equipo descubrió que los supercondensadores que crearon eran significativamente más eficientes que los actuales, hechos de carbón activado.

Supercondensadores a base de elementos naturales como los de durián están liderando los nuevos proyectos de energía limpia altamente eficiente. Esto es un paso muy necesario si deseamos reducir el cambio climático y hallar alternativas a los suministros de combustibles fósiles.

Fuente:

Science Direct