Aunque el agua es uno de los recursos más vitales, se calcula que más de mil millones de personas sufrirán en el futuro su escasez a causa de la contaminación. Hoy en día, cerca de 300 millones de toneladas de plástico se encuentran en los océanos, afectando a los animales marinos y a los hombres. 

Teniendo en cuenta esta situación, el arquitecto Vincent Callebaut de Bélgica, ha desarrollado una embarcación que, a su paso, limpia y purifica el agua por la que circula. Además, se trata de un vehículo ecológico que utiliza, para impulsarse, energía solar.

El barco, llamado Physalia, es un prototipo que tiene una forma similar a la de una ballena, y utiliza para la limpieza del agua un sistema de biofiltración; por eso su cubierta verde lo hace parecer un verdadero jardín flotante. 

El barco ecológico del futuro

El techo tiene una doble membrana neumática con células fotovoltaicas solares. También incluye un sistema de hidro-turbinas para convertir la energía del agua en electricidad. Por otro lado, su superficie es de aluminio está cubierta por una capa de TiO2  (dióxido de titanio) que, al reaccionar ante los rayos ultravioletas, permite reducir la contaminación del agua. Esto hace que el barco anfibio tenga la capacidad de absorber a su paso los productos químicos y los residuos de dióxido de carbono de los buques y las industrias.

Inspirado en un anfibio llamado Physalia physalis que significa "Burbuja de Agua", en su interior dispone de cuatro jardines temáticos (Agua, Tierra, Fuego y Aire). Uno de ellos es un laboratorio dedicado a investigadores para explorar el ecosistema acuático.

El barco ecológico del futuro
El barco ecológico del futuro

Este barco sintetiza la naturaleza, la biotecnología y la investigación. Para el creador de su diseño es una estación de purificación flotante, destinada a navegar por ríos europeos como el Danubio.

"Es una invitación poética a viajar, una experiencia sensorial para la investigación transdisciplinaria, los debates geopolíticos, la pedagogía popular y por lo tanto para la aparición de una vanguardia ecológica sobre el tema del agua. Es un lugar carismático, una abstracción del paisaje abierto al mundo y que mezcla las culturas europeas a través de un montaje especial innovador. Es un ecosistema que reacciona a su medio ambiente, un fragmento de tierra viva, invitando a la fauna y la flora de la biodiversidad fluvial a venir y hacer su nido en la ciudad", señala el arquitecto.