Entre el 19 y el 21 de abril se llevó a cabo la quinta edición de Bioferia en el Hipódromo de Palermo, un festival que transmite un estilo de vida alineado con la protección del medio ambiente y el consumo responsable. Empresas, fundaciones y artistas de todo el país le pusieron color y alegría a tres jornadas únicas.

“Es importantísimo ser consciente que la sostenibilidad es un hecho en Argentina. Si bien falta mucho, ver tanta gente involucrada y con tantas ganas de ser parte del cambio es un incentivo muy grande”, explicó Maia Gutiérrez, fundadora de “Por el Mar”, ONG orientada a proteger y restaurar el océano en la Patagonia. “Desde PEM creemos que estos espacios son clave. Nos permiten acercar a la gente al Mar Argentino, transmitir su increíble biodiversidad, su riqueza y a su vez las amenazas como es la deforestación marina. Pero no solo eso, sino también las acciones posibles para poder conservarlo”, remató.

Entre los artistas más destacados de la feria, se encontró Nicolás Rodríguez, quien realizó una impactante escultura que cautivó a gran parte de los asistentes. Se trata de “Nadando se llega al bosque”, una instalación que simula los bosques nativos Kelp de Santa Cruz y Tierra del Fuego.

“Uno de los puntos principales de esta obra es dar a conocer los bosques de macroalgas, su rol en la naturaleza y entender cuál es el peligro de perderlos”, expresó Nicolás Rodríguez. La intervención artística es desarmarse y recorrerá distintos puntos del país: “La obra fue pensada para que adopte distintas formas en función de los lugares que vaya visitando”. “Nadando se llega al bosque” tiene en su interior una proyección de imágenes impactantes de bosques submarinos tomadas por Cristian Lagger, Manuel Novillo, Uriel Socolowicz y Lautaro March.

Los bosques submarinos, conocidos como bosques de kelp, crean un hábitat que brinda refugio, alimento, áreas de reproducción y cría a miles de especies marinas. La conservación de estos ecosistemas puede ayudar a mitigar el cambio climático porque desempeñan un papel crucial en el ciclo del carbono. También tienen la capacidad de absorber CO2 y son una fuente muy importante de producción de oxígeno.

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En un contexto de crisis climática y pérdida masiva de la biodiversidad a nivel global, es un ecosistema fundamental. Durante los tres días de la Bioferia, más de 1500 personas se sumergieron, conocieron y disfrutaron de “Nadando se llega al bosque”, la obra promovida por PEM. En la entrada a la obra, se encontraban los voluntarios de “La Liga del Mar”, quienes se encargaron de dar a conocer, en la gran mayoría de los casos, los bosques de macroalgas y la importancia en su conservación.  

El Festival tuvo 250 expositores y contó con la participación de 17 fundaciones. Uno de los ejes fundamentales de Bioferia, fue el concepto de Sustentabilidad, que atravesó cada uno de los espacios. Desde Por el Mar, Maia Gutiérrez se expresó sobre la temática: “La sostenibilidad significa poder satisfacer las necesidades del presente sin comprometer el futuro. Desde PEM creemos que es fundamental poder unir la conservación al bienestar de las personas. Esto significa poder buscar soluciones que contemplen el desarrollo económico, sin poner en riesgo la salud del mar y el planeta”. 


Con respecto a la sustentabilidad, una de las amenazas más importantes que tienen los bosques de algas en Santa Cruz y Tierra del Fuego es la deforestación submarina. Este modelo extractivo afecta no solo al ecosistema sino también a la industria pesquera y, por lo tanto, a la generación de empleo en la región.

A partir de esta problemática, Por el mar está desarrollando un proyecto innovador que consiste en la siembra y el posterior cultivo de las algas kelp. Lo importante de estos modelos sustentables radica en que generan desarrollo y empleo genuino a largo plazo, evita la explotación de praderas naturales y garantiza el futuro de ecosistemas clave para habitar un planeta en equilibrio.