Júbilo y ovaciones de pie. Esto nunca había sucedido en la historia del Premio Alemán del Libro. Con Kim de L'Horizon y su "Blutbuch", por primera vez, una persona no binaria recibió el premio a la mejor novela del año y sorprendió a la audiencia en el ayuntamiento de Fráncfort, con una presentación espectacular: un discurso de agradecimiento a su madre, entrecortado por el llanto y la interpretación de una canción.

Y, luego, Kim de L'Horizon agarró un cortapelos y lo pasó por sus rizos oscuros: "Este premio no es solo para mí", dijo: "Creo que el jurado también eligió este texto para tomar una posición contra el odio, por el amor, por la lucha de todas las personas que son oprimidas por razones basadas en su cuerpo".

En su justificación, el propio jurado alabó el poder innovador literario de "Blutbuch", por el que se dejó provocar e inspirar.

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Resistencias programadas

Por supuesto, las reacciones contrarias no se hicieron esperar. Incluso en la celebración posterior a la entrega de premios, algún que otro visitante expresó su irritación, su molestia. Y más aún en las redes sociales. Pero, ¿a quién le sorprende? Muchos comentarios son, obviamente, instintivos: ¿acaso los activistas de género secuestraron ahora también el Premio Alemán del Libro?

Redactora de DW
Sabine Kieselbach, redactora de DW, experta en literatura.

Valiente decisión del jurado

La figura que narra "Blutbuch" se define a sí misma, como el propio Kim de L'Horizon, como una persona no binaria. Pero, ¿cómo afirmarse en una sociedad que insiste en roles fijos? "Blutbuch" contiene todo el dolor del autodescubrimiento, para el que no hay ni siquiera un lenguaje. ¿Cómo podemos escribir sobre personas sin asignarles un sexo?

A veces, el lenguaje que elige Kim de l'Horizon es poético y delicado. Luego, de repente, vulgar y distante. Un fluir de figuras y pensamientos que nos transporta. Este poder de la palabra y este coraje han sido premiados. En un mundo en el que se están perdiendo muchas certezas, la idea de que los roles de género tampoco están fijados asusta evidentemente a muchos.

Así que el hecho de que un libro que celebra exactamente esta fluidez y rompe todas las reglas haya sido ahora premiado como la mejor novela del año es una decisión valiente del jurado. Porque demuestra lo viva que puede estar, lo emocionante y diferente que puede ser la literatura en lengua alemana.

Fuente: DW