El mundo después del coronavirus será "distinto", "mucho más digital" y con riesgos, según el secretario general de la ONU, António Guterres, quien en una entrevista con Efe pide reglas para que los mecanismos de control social desarrollados con el fin de combatir la enfermedad no terminen siendo usados por dictaduras.

En una conversación a distancia, como obligan los tiempos, Guterres lo deja claro: el COVID-19 marcará un antes y un después, con un futuro que ya empieza a dibujarse ahora mismo. “Algo claro es que asistimos a una digitalización masiva de las relaciones humanas con la crisis y eso tendrá un impacto inevitable”, explica.

“El futuro será mucho más digital que el pasado. Esto va a dar un impulso enorme al desarrollo de la inteligencia artificial, al desarrollo de todas las actividades del ciberespacio”, insiste. La cruz, avisa, es que se disparará la necesidad de crear “mecanismos de regulación y otros para que todo ese desarrollo del mundo digital sea hecho en beneficio de la humanidad y que los riesgos que existen, y que son bien conocidos, sean evitados”.


“Uno de los riesgos es naturalmente que esta enfermedad cree mecanismos de control de las sociedades que pueden ayudar a dictaduras, lo que naturalmente tenemos que conseguir evitar en el futuro”, alerta.

Otro efecto, al menos temporal, que está dejando la lucha contra el coronavirus es la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero derivada de las medidas de confinamiento y del frenazo a la actividad económica.

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Ahí, Guterres cree que el mundo tiene que “utilizar esta oportunidad para un impulso muy fuerte al desarrollo sostenible” y para cumplir con las metas fijadas en materia de clima, pero deja claro que “no es con un virus" como se va a solucionar la crisis climática.

La necesidad de acción conjunta

Del presente, de la lucha contra la pandemia, lo que más preocupa a Guterres es la falta de coordinación que ve entre los países. Evita cuestionar las respuestas de gobiernos individuales -”para mí es muy difícil analizar las medidas de cada país”, se justifica-, pero critica que cada uno esté actuando por su cuenta y sin “una concertación a nivel global”.

“Si un país toma unas medidas y otro toma medidas distintas, el virus aprovecha esas contradicciones para infiltrarse en las zonas donde la capacidad de respuesta sea menor”, advierte el diplomático portugués, que recuerda que algunas naciones viven y vivirán situaciones dramáticas.

En ese sentido, el secretario general de la ONU pide no olvidar que hasta ahora el coronavirus ha golpeado sobre todo a países con más recursos como China, Corea del Sur, los europeos o Estados Unidos, pero esa situación cambiará.

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António Guterres, Secretario general de las Organización de las Naciones Unidas

“Estamos viendo la entrada en el Sur y particularmente en África y esos países tienen una capacidad de respuesta en el dominio de sus sistemas de salud que es muy muy limitada”, advierte.
“Si no hay un apoyo masivo a los países del Sur, nos arriesgamos a ver avanzar el virus de una forma absolutamente dramática, como el fuego. Con millones de personas infectadas y millones de muertos”, insiste.

Los países ricos, recuerda, deben mostrar solidaridad y no pueden olvidar que va en su propio interés erradicar la enfermedad en todo el planeta dado el riesgo de que retorne a sus territorios.

UNA CRISIS HUMANA

Ante el impacto social y económico de la enfermedad y de la estrategia para frenarla, el jefe de la ONU reclama con insistencia medidas de “apoyo directo” a las familias y a las pequeñas y medianas empresas.

“Esta no es una crisis financiera como la crisis de 2008. Esta es una crisis humana”, recalca, reclamando respuestas “completamente distintas a las tradicionales” en caso de crisis económica.
Los países, subraya, no deben escatimar gastos.

“Hay que aprovechar esta oportunidad para que la recuperación pueda garantizar que tengamos una economía más inclusiva, más sostenible, más capaz de resistir a las epidemias, al cambio climático y a todos los otros retos que enfrentamos”, señala.

Fuente: EFE