Reducir las emisiones de CO2 y la contaminación que emiten nuestros coches es uno de los objetivos que todo el mundo debería tener presente. Al hablar de contaminación se deben tener en cuenta dos datos principales.

Por un lado, el ya mencionado CO2, que afecta de manera directa al calentamiento global, y por otra parte, las emisiones que resultan perjudiciales para la salud de las personas. Aquí encontramos gases como los óxidos de nitrógeno NOx, monóxido de carbono CO y las partículas sólidas, entre otros. A continuación, desgranamos las diferencias en contaminación entre un coche eléctrico y uno tradicional al año.

Cuál es la contaminación media de un coche tradicional al año

Si se toma como referencia un coche de gasolina, de tamaño medio, vemos que es capaz de emitir una media de 143 gramos de CO2 por cada kilómetro que recorre. Mientras que si nos fijamos en la cantidad que emite un coche eléctrico, de iguales características, emitirá entre un 47% y un 58% menos. En el caso de los coches que son híbridos enchufables la disminución de las emisiones es del 36%.

La contaminación en los coches eléctricos

Si bien es una evidencia que los coches eléctricos son los más sostenibles, lo cierto es que también producen emisiones. En concreto, emiten CO2 indirectamente. Lo hacen en un 51% de su total durante la fase de producción por el esfuerzo que representa la batería y, en un 49% durante su funcionamiento.

Si estás pensando en comprar un coche nuevo, además, no olvides hacer valorar las alternativas ecológicas, y sus posibles ventajas para el medio ambiente, las ayudas del gobierno o mejoras al hacer el cálculo del seguro de tu coche.

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¿Cómo se miden las emisiones?

Quizá, tras conocer estos datos, te preguntes cómo se miden las emisiones que puede llegar a emitir un vehículo. El procedimiento de medición es relativamente nuevo, impuesto que cambió tras modificarse el protocolo WLTP, es decir, el nuevo Procedimiento Mundial Armonizado para Ensayos de Vehículos Ligeros que se modificó en el año 2018.

Se trata de un nuevo método que sirve para sustituir al Nuevo Ciclo de Conducción Europeo para así obtener datos de emisiones más reales y fieles si se comparan con las emisiones que, verdaderamente, se producen. Precisamente son los resultados derivados de este nuevo protocolo los que acercan ese proceso de homologación de los vehículos.

Eso ha sido posible precisamente gracias a la normativa Euro 6d que ha hecho que las marcas y los coches que venden tengan en el límite de emisiones de Nox de 120 g/km, en el caso de los coches que funcionan a gasolina y de 90 g/km, en el caso de los vehículos diésel.

Se trata de unas cifras que irán evolucionando a lo largo del tiempo. Por ejemplo, ya se ha establecido el umbral de emisiones para 2025 y también para 2030. En el caso del próximo 2025 las emisiones se reducirán hasta un 15% en los coches de gasolina, cayendo la cifra hasta los 81 g/km y en 2030, otra reducción del 37,5%, siendo la emisión de 59 g/km.

En definitiva, los coches eléctricos son los modelos más sostenibles. Teniendo en cuenta los protocolos que se han establecido en toda Europa parece que son también las mejores opciones para adquirir si vas a comprar un coche nuevo puesto que tu vehículo tendrá que ir adaptándose a los estándares de emisiones, cada vez más reducidos, en los próximos años.