A los 21, la neoyorkina Lauren Singer tomó la decisión de llevar su compromiso con el medioambiente a un nuevo nivel. Desde entonces, comenzó a reducir la cantidad de desechos que generaba. Hoy, lleva cuatro años sin generar basura y fundó su empresa para comercializar los productos que le ayudaron a hacer este cambio.“

"No hago esto para dar un mensaje, sino porque es la mejor manera que conozco de llevar una vida que se alinee con todo lo que creo”",
 destacó Singer en Mind Body Green. "Era una estudiante de Ciencias Ambientales que no quería simplemente aprender acerca de la sustentabilidad, quería vivirla"”, agregó.

La necesidad de cambiar su estilo de vida fue muy evidente para ella. Estudiaba Ciencias Ambientales en la Universidad de Nueva York, protestaba contra las compañías petroleras y daba charlas semanales sobre temáticas vinculadas a la ecología. Todos la consideraban una chica sustentable. Pero un día, luego de una de sus clases, advirtió que no estaba haciendo algo concreto para salvar el planeta.“

"Volví a casa ofuscada de una de mis clases y me puse a hacer la cena para olvidarme, pero cuando abrí mi refrigerador me paralicé. Me di cuenta de que todo lo que tenía estaba envuelto o empacado, de una u otra manera, en plástico. Fue la primera vez en la vida que sentí que podía mirarme a mí misma y llamarme hipócrita", relató en Mind Body Green. Desde entonces, decidió eliminar todos los plásticos de su vida.“

"En ese momento decidí que no necesitaba solamente decir que amaba el medioambiente, sino también vivir como si lo hiciera"”, destaca Singer en su blog. En la transición, le fue de gran utilidad la experiencia de Bea Johnson, una madre californiana que había llevado a su familia de cuatro integrantes a vivir sin basura.

Singer identifica dos fuentes de inspiración que la guiaron hacia la vida que lleva actualmente. En el último año de su carrera universitaria, su profesor Jeffrey Hollender, un activista fundador de la empresa Seveth Generation Inc de productos sustentables para limpieza y cuidado personal, enfatizó la importancia de vivir los valores que cada uno defiende. Esto la llevó a repensar el impacto ambiental que estaba generando.

Su otra fuente de inspiración surgió del rechazo que le generaba que uno de sus compañeros de estudios ambientales llevara sus almuerzos en bolsas plásticas que no podían reutilizarse, usara botellas desechables y recipientes plásticos. "“Solía mirarlo y pensar que se supone que seamos el futuro de este planeta y lo estamos arruinando con nuestra basura"”, comenta en su blog.

La transición y sus beneficios

Para Singer, "lo más difícil no fue comenzar, sino “tener que vivir en un mundo en el cual muy pocas personas se preocupan por no generar basura"”, según explicó en Tree Hugger. El camino no fue sencillo ni tuvo lugar de un día para otro. Adquirir nuevos hábitos y recorrer el camino para reducir los residuos le tomó un todo un año y requirió mucho esfuerzo.

Primero, dejó de comprar productos que se vendieran empacados. Para ello, comenzó a llevar sus propias bolsas y frascos al supermercado para comprar al por mayor. También reemplazó la ropa nueva por la de segunda mano. A continuación, empezó a hacer sus propios productos de limpieza y cuidado personal. Asimismo, disminuyó significativamente la cantidad de objetos que poseía al vender, donar o regalar todo lo que era superfluo en su vida.

Lo más importante fue empezar a advertir posibles situaciones en las que podía generar desechos innecesarios. Así, comenzó a rechazar las pajillas en los bares y negarse a recibir bolsas plásticas y de papel en las tiendas, al igual que tickets.“

"Nunca anticipé que la decisión activa de no producir basura me fuera a brindar una mejorar calidad de vida”"
, reflexionó Singer en Mind Body Green. Entre los beneficios que vinieron aparejados, destacó que ahorra plata, come mejor y se siente más feliz. Consigue la ropa de segunda mano a precios muy rebajados y, al comprar comida al por mayor, se ahorra el precio de los empaques. Esto también influye en su alimentación, ya que se reducen drásticamente las opciones poco saludables. Así, consume muchas frutas y vegetales orgánicos, granos, legumbres y alimentos de estación locales que le compra a pequeños agricultores. Su vida se volvió más ordenada y saludable, a la vez que se redujo el estrés de necesitar productos u objetos específicos.

Hace unos años fundó The Simply Co, empresa a través de la cual comercializa los productos hechos en casa que le permitieron hacer la transición a una vida sin generar basura. Logró este objetivo gracias a los casi US$42.000 que obtuvo a través de su proyecto en Kickstarter, un sitio web para recaudar dinero para financiar proyectos creativos.

Los consejos de Singer para vivir sin generar desechos

Para ayudar a otras personas que quieran adoptar su misma filosofía, Singer comenzó a documentar sus experiencias en blog “Trash is for tossers” (La basura es para tontos). Allí, explica sus dos pasos para reducir los residuos generados. Lo más importante es comprender que se trata de un camino que no tiene fin, ya que siempre se puede reducir más y encontrar mejores alternativas.

1. Evalúa
El primer paso es mirar tu vida diaria y preguntarte:

  • ¿Cuánta basura estoy generando y de qué tipo? Esto puede ayudarte a decidir por dónde puedes empezar a reducir y buscar alternativas.
  • ¿Por qué me interesa disminuir mi impacto ambiental? Será importante comprender tus motivaciones para comenzar.
  • ¿Qué es lo que realmente utilizo en mi rutina diaria y qué no?
  • ¿Para cuáles de los productos que utilizo puedo encontrar alternativas más sustentables? Por ejemplo, puedes cambiar los tuppers plásticos por frascos de vidrio.
  • ¿Cuánto necesito para ser feliz de todo lo que tengo? Pregúntate por qué te aferras a ciertas cosas y determina si realmente necesitas esos objetos.

2. Haz la transición Comienza a hacer recortes y desechar lo innecesario de manera apropiada:

  • Siempre lleva contigo una botella de agua y una bolsa, ambos reutilizables.
  • Deshazte del plástico. Puedes donar algunos objetos. El resto, recíclalo.
  • Busca alternativas sustentables y durables, como el algodón orgánico, el acero inoxidable, la madera y el vidrio.
  • Sé creativo. Busca nuevas manera de utilizar los objetos. Por ejemplo, puedes usar los frascos de vidrio para el café, para llevar comida, guardar sobras, colocar los cepillos de dientes y almacenar lociones.
  • Haz de tu hogar tu santuario. Para Singer, esto implica tener solamente aquellas cosas que realmente le importan.
  • Minimiza. Pregúntate qué es lo que no necesitas y qué es lo que usas todos los días. Sin importar lo que sea, seguro tenga algún valor y podrás donarlo o venderlo.
  • Ten un enfoque orgánico, local, sustentable y compra al por mayor.