Tanto si eres amante de la lectura  o si, por el contrario, tienes dificultades para concentrarte y estudiar, puede que no te resulte fácil recordar aquello que leíste.

Pero con sencillos trucos puedes agilizar tu memoria para que la próxima vez que converses con un amigo que haya leído el mismo libro que tú, o que te tomen un examen, te encuentres más seguro de lo que leíste y puedas recordarlo con mayor facilidad. 

La velocidad de lectura a la que estamos acostumbrados por el uso de internet y los medios digitales vuelve más difícil la capacidad de concentración al leer. Por eso es fundamental que te tengas paciencia y practiques estos trucos como un hábito cada vez que lees. 

1. Marca las páginas más importantes

marcar páginas

Doblar las esquinas de las hojas de un libro, o bien marcar sus páginas con señaladores es una manera muy simple y práctica para destacar una parte clave del libro que estás leyendo. 

Si usas marcadores de colores, en los que además puedes escribir, puedes incluso poner un título o palabra que te recuerde por qué esa página te parece importante, y así acceder a ella más fácilmente cuando quieras recordar algo leído. 

Este truco era uno de los hábitos de lectura del genio Isaac Newton, quien no solo doblaba las hojas para marcarlas como importantes, sino que además hacía que la punta señalara lo más importante de la página. 

2. Toma notas en los márgenes

anotaciones en un libro

Aunque muchos eligen no escribir sobre los libros porque creen que los dañan, hacer anotaciones en los márgenes de las páginas puede ser una manera muy práctica de asociar la idea presentada con una reflexión o duda personal. Puedes poner también símbolos, marcas, o incluso discutir con el autor/a. 

Éste era otro de los trucos de Newton, quien aprovechaba cualquier espacio en blanco para hacer sus observaciones. 

3. Crea asociaciones fáciles de recordar

asociaciones leer memorizar

Crear asociaciones es una de las herramientas más efectivas para memorizar. Para esto, la mejor opción es relacionar algo nuevo (lo que estamos leyendo) con algo conocido. No es necesario que haya una conexión lógica entre ambas cosas, ya que solo se trata de crear un camino sencillo para que el cerebro lo recuerde. 

Por ejemplo, puedes vincular el nombre de un personaje con una parte de una canción, o un concepto con una palabra que conozcas cuya sonoridad al pronunciarla sea similar. 

¡Usa tu creatividad para recordar! 


4. Cuéntale a alguien lo que recuerdas

conversar para memorizar

Pensar sobre lo que lees, aunque parece una obviedad, no lo es, porque si tenemos dificultades para concentrarnos, podemos leer mucho sin comprender. Por eso, es fundamental que te des el tiempo necesario para la lectura y que intentes hacerlo en un sitio tranquilo. 

Luego, un truco perfecto para recordar es conversar con alguien y comentárselo, tal como haces con una película. Hablar te ayudará a entenderlo mejor y a reforzar la memoria. 

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