Tras los graves terremotos de Siria y Turquía, Zeynep, una mujer turca, pasó más de 100 horas bajo los escombros de una casa derrumbada antes de que los equipos de rescate pudieran finalmente liberarla. "La mujer se encuentra bien, dadas las circunstancias", afirma un comunicado de prensa de la organización de ayuda I.S.A.R. Germany (International Search And Rescue), que participó en el rescate.

Poco después, sin embargo, Zeynep muere. "De camino al hospital aún estaba riendo", dice el médico de urgencias Bastian Herbst, uno de los médicos de I.S.A.R. Germany que ayudó a liberar a Zeynep de los escombros y a llevarla al hospital.

Podría haber 120.000 razones por las que la mujer murió, dice Herbst. Lesiones internas, por ejemplo, que solo se diagnostican a posteriori. Pero puede que Zeynep también sufriera la temida muerte súbita tras el rescate.

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Muerte por enfriamiento

"Esa muerte inesperada tras el rescate tiene varias causas", explica Herbst. Una de ellas es la hipotermia. Las gélidas temperaturas de la zona del terremoto provocan la constricción de los vasos sanguíneos de las víctimas atrapadas. Así es como el organismo se asegura de que se pierda la menor cantidad posible del preciado calor corporal a través de la piel o las extremidades. La temperatura de la sangre desciende en esas partes del cuerpo, mientras que la sangre caliente en el núcleo corporal garantiza el funcionamiento de los órganos vitales.

El rescate de Zeynep fue complicado. "Tuvimos que moverla mucho para poder liberarla", dice Herbst. En el proceso, puede ocurrir que los vasos sanguíneos se dilaten y la sangre fría fluya hacia el interior del cuerpo, explica el médico de urgencias. Eso podría provocar arritmia cardíaca, y conducir a la muerte.

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Una mujer en Hatay, Turquía, fue rescatada después de 90 horas.

Daño renal y fibrilación ventricular

"Sus piernas estaban atrapadas bajo las piedras y los escombros", explica Herbst sobre la situación de Zeynep. Pudo mover los pies, pero es muy posible que los tejidos de las piernas resultaran dañados por los escombros. Cuando los músculos se lesionan, el organismo libera mioglobina, una proteína responsable del transporte de oxígeno dentro de las células musculares.

Si se libera a las víctimas enterradas, la sangre puede volver a fluir libremente de repente, inundando el cuerpo de mioglobina. "Eso destruye los riñones", dice Herbst. El resultado puede ser una insuficiencia renal y el consiguiente aumento de los niveles de potasio. Un exceso de potasio en el organismo puede provocar, a su vez, una fibrilación ventricular en el corazón. Esto es especialmente peligroso para las personas con cardiopatías preexistentes.

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La reducción del estrés conduce a la muerte

"Lo sabemos por los náufragos: En cuanto ven al equipo de rescate, dejan de luchar y se ahogan", nos cuenta Herbst. Las hormonas del estrés garantizan el mantenimiento de las funciones orgánicas, afirma Herbst. Si la tensión y el estrés ceden después del rescate, el sistema circulatorio puede colapsar.

Zeynep perdió a su marido y a sus hijos en el terremoto. "Quizá se dio cuenta de ello y eso le quitó las ganas de vivir", dice Bastian Herbst. "No lo sabemos."

Fuente: DW