Una madre se sentía intrigada: ¿por qué su pequeño hacía lo mismo todos los días? El niño hablaba y hablaba, durante varias horas, con una pared de ladrillos. Ese comportamiento causó extraño y una dosis de preocupación.

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Un niño que hablaba muchas horas con una pared

La anécdota fue colocada en las redes sociales, en la plataforma TikTok. En el video se observa a un niño que conversa con una esquina de un muro de ladrillos. Se esmera en conversar, como si alguien lo escuchase en detalle.

El video se viralizó, sobre todo por su inusual resultado final. La madre quiso saber que sucedía con su hijo y se llevó una sorpresa. En realidad, el niño no padecía ningún problema; sino que era un enamoramiento infantil. ¡Linda historia!

3 millones de “likes” y miles de comentarios

¡Ese es el récord del video! Además, acopia 17 millones de visualizaciones. La gente considera que el material es tierno, que demuestra el sentimiento de los niños. Y es que al final el video tiene un giro bastante sorprendente.

¿Qué se observa en el video? Hay un niño de rodillas, hablando con un muro de ladrillo. La madre se preocupa y expresa que “quizás se trata de un amigo imaginario”. De hecho, hay preocupación por la salud del pequeñín.

La madre decide averiguar lo que sucede con su hijo. ¿Por qué pasa horas enteras hablando con esa pared? Entonces, se acerca y decide percatarse: en realidad, el niño habla hacia una rendija, una grieta en el muro que pasaba inadvertida.

La respuesta estaba en esa abertura: al observar, al fondo de esa grieta, estaba alguien. ¿Quién era? Pues, una niña sonriente. Los dos pequeños charlaban de esa manera, como un par de enamorados que se miran a través de un hilo de luz.

La gente está encantada con el video

La recurrente actividad del niño se viralizó, y la sonrisa de la amiguita del niño es encantadora. Los dos pequeños han sido llamados “Romeo y Julieta”, pues se han esforzado en hablar; pese a que han estado separados por un muro.

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¿Qué te parece esta historia? El niño no estaba loco, no tenía un amigo imaginario… solo tenía una amiga con la que hablaba a través de un resquicio en la pared.

Fuente: LA VANGUARDIA.