El uso frecuente de las sartenes puede hacer que pierdan su capa antiadherente, haciendo que los alimentos se peguen y se quemen fácilmente. Sin embargo, hay un truco sencillo que puedes usar para recuperar la antiadherencia de tus sartenes favoritas y simplificarte la vida a la hora de cocinar. Solo necesitas dos ingredientes: sal y aceite.

Este método funciona mejor con sartenes de hierro o cerámica, ya que la sal puede dañar la superficie de las sartenes con teflón. Para empezar, calienta la sartén a fuego medio-alto y espera a que adquiera temperatura. Una vez caliente, espolvorea una capa uniforme de sal fina sobre toda la superficie de la sartén. Prestando atención, deja que la sal se caliente durante unos 10-15 minutos, hasta que se vuelva marrón y empiece a saltar. Ten cuidado de no quemar la sartén en este punto.

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Una vez pasado este tiempo, retira la sartén del fuego y con cuidado quita la sal caliente con papel de cocina o un paño seco. ¡No te quemas! Luego, unta un poco de aceite de oliva sobre la sartén con otro papel de cocina o con un paño limpio. Este paso es el que ayuda a hidratar la superficie de la sartén y a mantener su antiadherencia.

Ahora puedes guardar la sartén para usarla la próxima vez que cocines. Este truco es efectivo y puede durar bastante tiempo, pero es posible que necesites repetirlo cuando notes que los alimentos comiencen a pegarse nuevamente. Con este sencillo truco, podrás mantener tus sartenes antiadherentes en perfectas condiciones durante más tiempo.

Fuente: El Confidencial.