Desde la llegada de las redes sociales a nuestra vida hace apenas poco más de una década, han surgido nuevos trastornos adictivos relacionado a ellas.

El tiempo que pasamos conectados o atentos, la frecuencia con que lo hacemos, la energía y pensamiento que le ponemos, y la dependencia emocional que generan en millones de personas, son los primeros signos de alarma a tener en cuenta.

Sin dejar de considerar sus beneficios, las redes sociales transforman el panorama de la interacción humana. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cuatro personas padece trastornos de conducta relacionados con este problema. Quizás has oído hablar de los accidentes y muertes de personas por tomarse selfies en sitios peligrosos, por ejemplo. Pero... ¿Cómo saber si eres adicto?

Los especialistas y científicos de la Universidad de Bergen, en Noruega, han creado una escala de seis síntomas para medir esta afección. Si tienes cuatro de ellos, entonces deberías tener cuidado porque podrías ser un adicto.

1. Pasar mucho tiempo pensando en las redes sociales. “Stalkear” personas (acosar, espiar, perseguir a otros).
2. Sentir una necesidad de utilizar la red social en todo momento. Alteraciones del sueño. Incremento de la ansiedad.
3. Utilizar la red social para olvidarse de los problemas personales o laborales.
4. Fracasar en el intento de reducir el uso de la red social. Aislamiento social.
5. Sentir inquietud para usar la red social, sobre todo cuando está prohibido o restringido.
6. Notar impactos negativos en la vida laboral, estudiantil o personal por utilizar las redes sociales.

5 formas de comenzar a recuperarse

Los principales puntos a poner en acción, activamente, cada día ante el menor indicio de dependencia insalubre como los comentados, son:

1. Toma consciencia de que tienes un problema, y que te limita y encierra. Considera que las redes sociales no muestran siempre la realidad: es una puesta en escena. Nadie tiene una vida tan maravillosa, ni tan miserable, como muchas veces allí se muestra.

2. Recuerda que la sobreabundancia de información enferma. La cantidad de mensajes a gran velocidad no nos permite decodificar y separar qué es relevante para nosotros. Aplica filtros, restricciones de seguridad, y no aceptes a todo el mundo. Descubrirás que el mundo sigue andando más allá de las redes.

3. Cuida tu productividad. El abuso en el consumo de redes sociales hace que las personas rindan menos, se dispersen, gasten más dinero en conexión y se metan en debates a veces irrelevantes. Todo por el hecho de figurar.

4. Si usas las redes sociales para trabajar, utiliza programas profesionales para programar tus publicaciones y hacer los seguimientos: no siempre es necesario estar conectado las 24 horas.

5. Analiza qué suman y restan las redes sociales a tu existencia. Empieza a cambiar hábitos paulatinamente. Desconéctate cada día cinco minutos más. Concentra tu chequeo de mensajes una o dos veces al día: con eso es suficiente. Reemplaza esos tiempos por tareas más elevadoras, por ejemplo, leer, ver una buena película, conversar con tus seres queridos y amigos. Date cuenta de lo limitada que es tu vida si la vives gran parte a través de lo que aparece e interactúas en las redes sociales.
¿Y los mensajes instantáneos? Esto da para largo. Hay muchas personas que no logran desconectarse del móvil en ningún momento; y hasta duermen al lado del aparato.

¿Sientes que tienes los síntomas de una adicción a las redes sociales? Corresponde a cada uno y a las personas del entorno directo el llamar la atención y hacer foco sobre estos aspectos que, cuando se pasan de lo básico, se convierten en un trastorno de difícil resolución.

Sobre el autor: Daniel Colombo es Coach especializado en alta gerencia y profesionales; escritor y comunicador profesional.

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