La adicción al trabajo es más común de lo que pensamos. Una de sus causas principales es el ritmo de vida actual, en el que predomina la inmediatez y el aceleramiento. Este tipo de adicción se caracteriza por una necesidad incontrolable de trabajar de forma constante que termina interfiriendo tanto en nuestra salud física y emocional, como en nuestras relaciones sociales.

Hoy, muchas personas temen no ser lo suficientemente buenos o incluso perder su trabajo si no rinden, aún a costa de postergar su vida o convertirse en un workaholic (adicto al trabajo, en español).

Además, Daniel Colombo, coach especializado en profesionales y equipos, asegura que existe una gran exigencia individual. “Muchos intentan ser perfectos en todo, cuando sabemos que ese rasgo no es posible en el plano humano”, explica.

"A su vez, el liderazgo coercitivo, donde la figura de un jefe extremadamente demandante lleva a las personas hasta sus límites, es una figura que aún está vigente", agrega. Sin embargo, cada vez son más los líderes conscientes que trabajan enfocándose en el desarrollo humano de los empleados, además del profesional.

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tips para dar lo mejor de ti sin convertirte en un workaholic

1. Establecer prioridades: puedes hacerlo con una lista de pendientes, por ejemplo. Esta práctica te ayudará a equilibrar tu vida personal y laboral.

2. Realizar ejercicio físico con regularidad te ayudará a despejar tu mente y liberar el estrés.

3. Cumplir horarios y rutinas de trabajo: al ajustar las pautas, podrás tomarte tu tiempo para la familia, amigos, salidas, un hobby, la lectura o cualquier otra actividad no relacionada con lo laboral.

4. Aprender a delegar: Sentar las bases con tus compañeros o colaboradores de equipo te ayudará a no realizar todo el trabajo por ti mismo.

5. Disminuir el estrés: puedes practicar meditación, yoga o escuchar un podcast que eleve tu motivación y autoestima.

6. Compartir con los afectos: mas allá de los vínculos laborales, es fundamental dedicar tiempo específicamente a las personas queridas.

7. Tomar vacaciones: no postergarlas, sino programarlas y delegar tareas a tus compañeros.

¿Qué otros consejos agregarías a esta lista?