La energía consumida entre 2016 y 2021 para producir bitcóin, la mayor criptodivisa, tuvo un impacto social y medioambiental comparable al de la producción de carne de vacuno y nueve veces superior al de la minería de oro, un competidor no virtual, según un estudio publicado en la revista Scientific Reports.

El trabajo se basa en el concepto de "coste social del carbono", un método que cuantifica los efectos negativos para la salud, la economía y el medio ambiente de emitir una tonelada de CO2 o su equivalente a la atmósfera.

Con este método, cada vez más extendido en la evaluación de la lucha contra el cambio climático y sus consecuencias, el coste de una tonelada de CO2 se estima entre 50 y 185 dólares, según las distintas hipótesis de los expertos.

Los autores, utilizando un coste de 100 dólares por tonelada, "estiman que cada bitcóin producido en 2021 generó 11.314 dólares en daños climáticos, con un daño global total que supera los 12.000 millones de dólares" desde 2016, o el 25 % del valor total de mercado de esta criptomoneda.

Bitcóin, coste social del 35 %

Durante el periodo 2016-2021, este coste social de la producción de bitcoins supuso una media del 35 % del valor de mercado de la criptodivisa. En otras palabras, un dólar de bitcóin producido tuvo un coste social de 35 céntimos.

Un coste comparable al de la producción de carne de vacuno (33 %), inferior al de la electricidad generada a partir del gas natural (46 %) y muy superior al de la extracción de oro (4%).

113 toneladas de emisiones por moneda de bitcóin

"Nuestros resultados sugieren que la producción de bitcóin plantea verdaderos retos de sostenibilidad", dijo a la AFP el autor principal, Benjamin Jones.

"La producción de bitcóin es cada vez más perjudicial para el clima con el paso del tiempo (en promedio)", dijo. El estudio señala que "las emisiones energéticas de la minería del bitcóin se han multiplicado por 126, pasando de 0,9 toneladas de emisiones por moneda en 2016 a 113 toneladas por moneda en 2021".

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\"En conjunto, los resultados representan un conjunto de señales de alarma para cualquier consideración como sector sostenible (inversión o no)\", escribe el economista medioambiental de la Universidad de Nuevo México Benjamin Jones.

Bitcóin: ¿crudo digital?

Para considerar que el bitcóin es realmente sostenible, sus daños climáticos deberían disminuir con el tiempo a medida que la tecnología madura y se hace más eficiente. Pero estos nuevos cálculos muestran que eso claramente no está ocurriendo.

"Mientras que los defensores ofrecen regularmente [el bitcóin] como una especie de 'oro digital', desde el punto de vista de los daños climáticos [el bitcóin] funciona más como 'crudo digital'", aseguró Jones.

La propia minería de bitcóin se basa en un crecimiento exponencial de la potencia de cálculo que, a su vez, requiere un aumento exponencial de la electricidad.

En 2020, por ejemplo, la minería de bitcóin demandó más energía que la que utilizaron Austria o Portugal en el mismo año.

De hecho, antes de la explosión del precio durante 2020, "el daño climático del bitcóin superó el precio de las monedas vendidas" durante casi cuatro meses de ese año, alcanzando un máximo "del 156 % del precio de la moneda en mayo de 2020", según el estudio.

Ether, habría reducido su consumo de electricidad en un 99 %

Ether, la segunda criptomoneda más grande detrás del bitcóin, hizo un cambio radical a mediados de septiembre, reduciendo supuestamente su consumo de electricidad en un 99 %.

Si bitcóin hiciera lo mismo, los autores afirman que "su uso de energía y, por extensión, sus daños climáticos estimados en este trabajo, serían probablemente insignificantes".

Sin embargo, es poco probable que el bitcóin haga el cambio. Los expertos dicen que la comunidad del bitcóin ya está demasiado invertida en su sistema "proof-of-work" (PoW) –de alto consumo energético– como para querer cambiar.

En la actualidad, el bitcóin representa alrededor del 41 % de la cuota de mercado mundial entre las criptodivisas.