Los aceites esenciales son sustancias que se extraen de distintas partes de las plantas y contienen todas las propiedades medicinales de ellas. Tienen muchísimas aplicaciones: desde la cosmética natural hasta la salud, incluyendo los productos para el hogar.
Los olores, al entrar por la nariz, se convierten en señales químicas en el cerebro y por ello pueden producir sensaciones relajantes o estimulantes. La aromaterapia, desde tiempos ancestrales, se utiliza para alcanzar un mayor bienestar físico y mental.
Cada aceite esencial tiene una o varias propiedades particulares. Muchos de ellos tienen principios antibióticos, antivíricos, antisépticos y regeneradores celulares. Algunos, también poseen propiedades antimicrobianas, antifúngicas e inmunoestimuladores.
Cuando adquieras tus aceites esenciales, recuerda asegurarte de que sean 100% naturales, biológicos y que procedan de cultivos orgánicos en los que no se hayan utilizado pesticidas, insecticidas o abonos químicos.
¿CÓMO DISFRUTAR DE SUS BENEFICIOS?
1. Difusor
En un difusor de aromaterapia, hornito para aceites esenciales o humidificador, añade unas 5 gotas de algún aceite esencial y deja que el olor impregne el espacio. Los florales son ideales para crear un ambiente relajado y armónico: jazmín, lavanda, rosas.

2. Baños relajantes
Si tienes bañera, llénala con agua caliente y añade un vaso de sal marina o gruesa y 10 gotas de algún aceite esencial de tu agrado. La sal ayudará a limpiar tu energía al mismo tiempo que te relajas.
3. Masajes
Los auto masajes son una forma excelente de conectar con el cuidado propio y disfrutar de los aceites sobre el cuerpo. Utiliza aceite de almendras como crema vehicular para realizar los masajes y añádele 5 gotas de un aceite esencial relajante. Te dejará la piel suave e hidratada.
4. Velas
Las velas aromáticas crean ambientes cálidos e íntimos y son una excelente opción para disfrutar de los aceites esenciales. Puedes encontrar muchas opciones: vainilla, canela, eucalipto, lavanda, limón, jazmín, entre otras.
5. Rociadores
Rociar la almohada con aceite esencial de lavanda, geranio o naranja te permitirá disfrutar de un sueño tranquilo y reparador. También puedes rociar tus cortinas, sofás, armarios o prendas de ropa. Para fabricarlo tú mismo, llena un recipiente con 100 ml de agua y añade 40 gotas de tu aceite esencial favorito.
6. Mascarillas
Mezcla arcilla blanca con agua hasta conseguir una textura cremosa. Añade una cucharadita de aceite vegetal y cinco gotas de algún aceite esencial. Aplica la pasta sobre tu rostro y luego de 15 minutos, retírala suavemente con agua tibia.
7. Compresas
Ideales para relajar alguna zona del cuerpo. Entibia medio litro de agua y añade 5 gotas de aceite esencial. Sumerge un trapo limpio en el agua y aplícalo en la zona que desees.
8. Champú y acondicionador
En un champú natural, puedes añadir 20 gotas de romero, tomillo, árbol de té o jazmín. En el acondicionador o gel, los aceites de lavanda, limón, geranio, ciprés o mejorana son ideales.
¿CUÁL ES TU ACEITE ESENCIAL FAVORITO?
Fuentes: