Miles de perros en todo el mundo viven en las calles de las ciudades, muchos de ellos porque fueron abandonados por las familias con las que vivían. En su mayoría, no están bien alimentados y carecen de atención, por ejemplo, si se enferman.

En la ciudad de Alta Gracia (Córdoba, Argentina), la cantidad de perros callejeros estaba elevándose tanto que se estaba convirtiendo en un problema para las autoridades. Sin embargo, tuvieron una idea ingeniosa y revolucionaria en lo que a derechos de animales se refiere: bajar los impuestos a quienes adoptaran de forma responsable un perrito.

Con esa premisa, lanzaron una campaña de adopción ciudadana, con el incentivo de que quienes recibieran en su familia a un perro, serían beneficiados con una baja en sus impuestos y recibirían ayuda en su manutención.

También puede interesarte: ¿Cómo hizo Holanda para convertirse en el primer país sin perros abandonados sin sacrificarlos?

La propuesta surge de un acuerdo entre el municipio, la Asociación Amigos del Mejor Amigo (Adma), la Fundación Ayuda Animal Social y Sustentable (FASS), la vecina Claudia Sagrera y otras organizaciones no gubernamentales.

Marcos Torres, quien es parte de la municipalidad de Alta Gracia, señaló: “Esta historia comienza desde la convicción de que el estado municipal debía ocuparse de los perros callejeros y no solo preocuparse”.  “Contamos con una organización para el cuidado de la salud animal con la que trabajamos en conjunto y lo primero que hicimos fue en centrarnos en los perros callejeros”, explicó. 

La medida consiste en una rebaja del impuesto a la propiedad para quien adopte a un perro, a la vez que cada mes la familia recibe un bolsón de alimento para el can. De esa manera, señala Torres en una entrevista televisiva: “Podemos constatar el estado en el que se encuentra el animal, que queremos que sea el que creemos que se merece”. De los 22 animales detectados en esa situación, 20 ya han encontrado un hogar.

En Argentina están tomándose diferentes medidas en beneficio de las mascotas y las familias que viven con ellas, como que ahora los perros y gatos puedan viajar en el metro de Buenos Aires.

Esta medida mejora la vida de muchos animales, al mismo tiempo que soluciona algunos problemas de ciertos vecinos de Alta Gracia, ya que según el funcionario ha habido una baja en las denuncias por accidentes, ruidos molestos y otras pequeñas molestias en la vida cotidiana causadas por los canes.

Carolina Romagnoli, de la fundación Amigos del Mejor Amigo (ADMA), destaca esta propuesta del Estado municipal de Alta gracia: “La castración y la adopción son una gran solución para el problema, y no las perreras”.

Además, agrega que la mayoría de los ciudadanos que adoptaron a una mascota, han renunciado a la baja del impuesto inmobiliario, ya que “los motiva el amor hacia los animales”, y no los aproximadamente 250 dólares que ahorrarían al año.

¿Te gustaría que tu ciudad adoptara esta medida?