La desigualdad entre varones y mujeres en lo que respecta a oportunidades, libertades, derecho a elegir, seguridad y muchos otros aspectos viene desde hace siglos, pero hace algunos años está cobrando visibilidad. 

Hay muchas cosas por las que las mujeres deben preocuparse y que las afectan todos los días, mientras que los hombres no pasan por nada parecido. Estos son 13 de los más comunes.

 1. El acoso 

En la calle, en la escuela, el metro, el supermercado, el centro comercial, justo al salir de tu casa cruzando la esquina. ¿Cuántas miradas esquivamos a diario, cuantas veces debemos hacernos las sordas antes los supuestos "piropos o halagos" que los hombres nos hacen diariamente? ¿Por qué debemos pensar y repensar cómo nos vamos a vestir para intentar reducir las miradas masculinas? El acoso ha sido por años una actividad tan practicada que en algún momento llegamos a acostumbrarnos, pero en la actualidad existen muchos movimientos como la campaña "#metoo o #yotambién" cuyos mensajes son utilizados por las mujeres que han sufrido acoso sexual para denunciarlo y que de alguna forma, han ayudado a darle mucha mas visibilización y presencia social a un asunto que nos incube a todos.

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2. La dificultad para encontrar talles de ropa interior correctos

Se estima que el 80% de las mujeres no usa la talla correcta de sostén, y esto puede tener consecuencias que van mucho más allá de la incomodidad, como intensos dolores de espalda, de cuello, malas posturas y cambios de humor. ¿Las razones? Conseguir la prende ideal suele ser un tema cuesta arriba para dar con la copa ideal entre tus pechos y la amplitud de tu espaldas, la copa, la forma y, de ser exigente, el color y detalles que deseemos.

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3.  Ir al baño

Por naturaleza estamos obligadas a sentarnos cuando necesitamos usar el baño. Esto trae más de una situación incómoda en lugares públicos, más aún cuando no están aseados. Desde ir a todos lados con papel higiénico en la cartera hasta tener que esperar horas para poder realizar nuestras necesidades fisiológicas con tranquilidad, sin duda, una actividad necesaria y recurrente que puede convertirse en algo un poco más complejo. Si bien no puede cambiarse la naturaleza, estas necesidades en muchos edificios públicos podrían ser tenidas en cuenta.

4. Cambios hormonales

La menstruación y sus muchos cambios mensuales, la menstruación irregular, el embarazo, la menopausia. En cada etapa de nuestras vidas pasamos por procesos naturales que nos conectan con nuestro lado más natural y femenino. Son procesos que tienen efectos sobre las hormonas y por lo tanto, sobre nuestro estado de ánimo y las emociones que sentimos día a día. Mientras más estemos conectadas con nosotras mismas, mejor sobrellevaremos cada evento de la mejor manera posible. Otra vez, esto es algo natural, sin embargo, el problema está cuando, culturalmente, las mujeres no obtienen apoyo y respeto cuando lo necesitan y, al contrario, se encuentran con maltrato y discriminación.

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5. Es más difícil para ellas encontrar información sobre sexualidad


Un ejemplo son los orgasmos. Uno de los grandes misterios del cuerpo femenino. Se han escrito libros y desarrollado teorías, pero aún así hay muchas mujeres que no tienen información suficiente sobre cómo alcanzarlos, y preguntar sobre el tema aún es un tabú.Estar informada sobre las distintas opciones para explorar y conocer tus gustos y tu cuerpo es algo muy importante.

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 6. Tacones

Esta prenda nos ayuda a estilizar nuestra figura, y, según nuestro estilo a vernos más elegantes, aunque algunas veces el costo suele ser exigente, especialmente si no tienes una muy buena relación con ellos o no es nuestro calzado ideal. ¿Las consecuencias? Dedos hinchados, ampollas, pies cansados. ¿Lo injusto? Aún hoy en muchos empleos lo exigen como parte del uniforme laboral.

7. Menstruación

Suele convertirse en uno de nuestros momentos mas intensos del mes para la mayoría, y aunque para todas son procesos diferentes, sin duda es un periodo único y especial por el que pasamos todas. ¿Las incomodidades? Los cambios hormonales y sus efectos en nuestras relaciones con los demás, el cómo nos sentimos y tratamos a nosostras mismas, el flujo de sangre, el cambio de las toallas. Toda una serie de efectos que nos pueden hacer más sensibles durante esos días. El problema es que no siempre es algo contemplado, y para una mujer puede ser difícil algo tan sencillo como encontrar un tacho de basura y un lavabo donde pueda higienizar su copa menstrual.

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8. Diferencia de sueldos

 Esta es una situación que se presenta a nivel mundial, y aunque recientemente es un problema con más visibilidad, aún debemos seguir trabajando para lograr la igualdad ante tareas y responsabilidades similares, sin olvidar las diferencias culturales y políticas, que si también cambiaran, sin duda toda la historia sería diferente.

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9. “Sexo débil”

 Existen muchos estereotipos que humillan a las mujeres, como decir que las mujeres conducen peor o que saben menos sobre deportes. Cada quien tiene sus habilidades individuales y pretender que las mujeres son incapaces de ciertas cosas solo por su género, ¡es más que absurdo! Es una etiqueta que nunca debió de existir y definitivamente ya necesita ser superada.

10. Violencia contra la mujer

La peor consecuencia de los estereotipos y los prejuicios contra las mujeres, es sin duda, la violencia. Ya sea doméstica o en espacios públicos, es uno de los problemas más graves que enfrentan las mujeres, y que ha persistido por siglos con apenas algunos cambios en las últimas décadas. Un grave problema siempre ha sido la ausencia de la denuncia, que por miedo u otros motivos, nunca había sido tan promovida. Pero sabemos que el mundo está cambiando y cada vez son más voces las que se hacen escuchar.

11. El riesgo de infecciones vaginales 

Las infecciones vaginales pueden afectar a todas las mujeres por igual sin importar si tienen o no relaciones sexuales con frecuencia. Pueden originarse por usar licras con frecuencia, pantalones ajustados, espermicidas, lubricantes o ciertos jabones especiales, y mucho más. Y muchas veces, la razón es la ausencia de una correcta educación íntima y sexual.

12. Presión social

El viejo estigma de llegar a los 30 años sin pareja estable,  planes de casarse o  hijos, las miradas cuando tomas de más o de menos, estar demasiado concentradas en sus carreras, etc. La lista es interminable, y la carga se hace mayor y más fuerte cuando la presión viene de nuestros familiares y amigos.

13.  Presión por el cuerpo “ideal”

Los medios de comunicación han creado este ideal de cuerpo femenino que es delgado y esbelto, y esto no siempre es alcanzable para algunas mujeres cuyo cuerpo simplemente no se atiene a la “norma”. Un cuerpo con pocas o muchas curvas, debe ser respetado siempre.

¿Un primer paso para derrumbar estas limitaciones obsoletas? Saber que, aunque muchas sociedades las imponen, debemos crear conciencia sobre cada situación. ¿Lo siguiente? Desde nuestros propios espacios personales, amorosos, familiares y laborales, comenzar a hacer pequeños cambios que le hagan saber a todos lo que sí necesitamos, merecemos, y deseamos. Solo entonces podremos sentar las bases para una comunidad verdaderamente igualitaria.