Hallazgo accidental: descubren un pez prehistórico desconocido de forma casual en Canadá, el cual reveló pistas claves sobre el origen del mundo vertebrado moderno.
En una playa rocosa de Nueva Escocia, Canadá, una intuición llevó a un hallazgo científico de gran valor. En 2015, Sonja Wood y Chris Mansky, del Museo de Fósiles de Blue Beach, encontraron una mandíbula fósil inusualmente larga, llena de dientes afilados. Lo que parecía ser una simple pieza enterrada en el arroyo resultó pertenecer a un pez extinto que habitó la Tierra hace unos 365 millones de años.
Este pez, de casi un metro de largo, vivía en un entorno repleto de depredadores. Su estructura ósea y la disposición de sus colmillos revelan que tenía una mandíbula adaptada no solo para atrapar, sino también para triturar a sus presas.
Sphyragnathus tyche: el nombre de una especie que amplía lo que sabíamos sobre peces antiguos
Tras años de investigación, los científicos determinaron que este fósil correspondía a una especie completamente nueva: Sphyragnathus tyche. Este antiguo pez forma parte del grupo de los actinopterigios, peces de aletas radiadas que hoy dominan los océanos.
La diferencia clave radica en su dentadura. A diferencia de especies similares del Periodo Devónico, esta nueva especie tiene colmillos curvos en la parte posterior de la mandíbula, una pista crucial que sugiere un estilo de alimentación único en su tipo. El diseño anatómico indica que este animal partía y desmenuzaba a sus presas, algo inédito en su grupo hasta ahora.
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Qué nos revela este fósil sobre la evolución de los vertebrados
El hallazgo de Sphyragnathus en Blue Beach no solo suma una nueva especie a la lista de fósiles conocidos, sino que también ayuda a los científicos a comprender cómo surgió la biodiversidad moderna de vertebrados.
En el paso del Periodo Devónico al Carbonífero, muchas especies antiguas desaparecieron, pero otras —como los actinopterigios y los primeros tetrápodos— lograron adaptarse y prosperar. Este descubrimiento es una prueba de esa continuidad, y sugiere que la diversificación evolutiva pudo haber comenzado con nuevas formas de alimentación, antes que con nuevas formas de movimiento.
Por qué este hallazgo es clave para entender nuestro pasado biológico
Aunque solo se conserva la mandíbula de Sphyragnathus, el estudio representa una pista esencial para reconstruir la historia evolutiva de los peces y su paso hacia los vertebrados terrestres. La investigación continúa, pero cada fósil hallado en Blue Beach es una ventana al pasado remoto del planeta, que ayuda a explicar cómo surgió la vida tal como la conocemos hoy.
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