Vanis Buckholz, un niño estadounidense de 7 años, fundó MyReCycler. Se trata de una empresa de reciclaje que destina un porcentaje de sus ganancias para ayudar a niños en situación de vulnerabilidad. Actualmente tiene 14 años y estima haber reciclado alrededor de 34.000 kg de residuos desde la fundación de su compañía en 2011.

El adolescente, oriundo de Corona del Mar, California, decidió lanzar su iniciativa luego de que en la escuela le enseñaran acerca del reciclaje en una actividad especial por el Día de la Tierra. “"Se les pidió que hagan un cambio, a su manera, por más que fuera algo pequeño"”, le comentó Dave Buckholz, padre del joven emprendedor, a Corona del Mar Today. A Vanis se le ocurrió reciclar y él estuvo de acuerdo. Comenzaron separando los residuos de su hogar. Luego, la recolección se amplió a otros parientes, vecinos y amigos. Más tarde, llegó también a las empresas locales. "“Nada lo puede detener, estamos muy orgullosos de él”", agregó Dave.

"El nombre surgió de pedalear por la ciudad en mi bicicleta para recoger la basura de las playas, las calles y los parques y luego acarrearla hasta mi casa para reciclarla"”, explica Vanis en el sitio de su empresa. Al principio, guardaba lo que recogía en una bolsa plástica de supermercado que colgaba del manubrio. Para su noveno cumpleaños, le regalaron una nueva bicicleta con un tráiler. Esto le permitió recorrer mayores distancias, siempre usando su chaleco de seguridad.

Cuando el proyecto creció, sus padres le hablaron acerca de las organizaciones benéficas y de su importancia en la sociedad. Luego de investigar, Vanis se decidió a colaborar con Project Hope Alliance, que trabaja para educar y darle confianza a aquellos niños del condado de Orange, Estados Unidos, que están desalentados por las condiciones económicas de sus familias. Desde entonces, trabaja en conjunto con ellos.

Jennifer Friend, directora ejecutiva de Project Hope Alliance, expresó que “están sorprendidos y conmovidos por el apoyo que ha brindado por Vanis a la organización”. Le agradeció además por “ser un ejemplo de la esperanza puesta en acción”. En conjunto con la ONG, escogen niños y adolescentes para que colaboren con la recolección y clasificación. De esta manera, aprenden sobre los procesos de reciclaje y su importancia. También obtienen un porcentaje de los beneficios de la misma.

Durante el verano, el joven destina dos o tres horas a la recolección de desechos. Los mismos son llevados por la familia al centro de reciclaje OC Recycling de Santa Ana al cabo de algunas semanas. En cada visita, el niño obtiene entre US$100 y US$200. El 25 por ciento de las ganancias son destinadas a cubrir los costos generados por las bolsas de residuos, contenedores y sanitizantes. Otro tanto es destinado a Project Hope Alliance. Vanis ahorra el resto.