¿Qué son las verduras agroecológicas?

Con la pandemia muchos empezamos a tomar conciencia de lo que la alimentación y la forma en que se produce lo que consumimos. Las frutas y verduras agroecológicas surgieron como esa alternativa necesaria a los alimentos ultraprocesados y los vegetales modificados. Aquí te contamos todo lo que debes saber sobre ellas.

Verduras agroecológicas ¿qué es?

Está claro que tomar conciencia del cuidado del planeta nos hace consumidores más conscientes. En ese proceso buscamos encontrar alimentos que se acoplen a lo que necesitan también nuestros bolsillos.

A veces, nos encontramos queriendo adquirir alimentos orgánicos y pero nos resultan caros. Entonces aparece la otra opción, el ''bolsón'' de verduras agroecológicas. Pero, ¿qué es agroecológico?

Este tipo de agricultura que evita el uso de agroquímicos, respeta las estaciones y los ciclos naturales y conserva los alimentos frescos y naturales. Están sujetos además a procesos de producción respetuosos del medio ambiente.

Además tienen otros atributos que van más allá del alimento en sí mismo. Las verduras agroecológicas, generalmente se producen en contextos que favorecen los lazos comunitarios y la autogestión.

Personas tomando frutas y verduras agroecológicas

¿Por qué comer verduras agroecológicas?

En primer lugar porque consumir verduras agroecológicas garantiza tu calidad alimentaria, es acorde a los ciclos de la naturaleza y se trata, generalmente, de una compra que no cuenta con intermediarios. Son muchos los beneficios, destacamos aquí los más importantes:

1- Productos de temporada: Al ser las frutas y verduras acordes al lugar y momento del año en que se producen, nos movemos de acuerdo al ciclo biológico. En ese sentido no forzamos los recursos sino que usamos los disponibles y comemos verduras que tienen todos los sabores y nutrientes que les corresponden.

En cuanto a los períodos de durabilidad, existen técnicas propias de la agricultura tradicional que permiten ampliar los períodos de consumo de los alimentos. Un ejemplo es deshidratar ciertas frutas y verduras.

2- Proximidad al consumo: Al no transportar los alimentos por grandes distancias, el ahorro en distribución y conservación es muy grande. Consumir local es un valor que aporta al cuidado del medio ambiente y al desarrollo de las comunidades.

Inclusive es más cómodo y accesible. Hay quienes ofrecen verduras agroecológicas a domicilio o bien establecen nodos de cercanía para retirarlas.

3- Productor directo: Las verduras agroecológicas generalmente se distribuyen directo del productor al consumidor. Al evitarse intermediarios, la comercialización es más transparente y se reduce la posibilidad de sobreprecios.

Conociendo el origen de lo que compramos también contribuimos a la preservación del planeta.

4- Variedades locales: La agricultura agroecológica respeta el cultivo de variedades locales, de este modo no es necesario alterar el suelo y se aprovechan mejor las propiedades de cada alimento. Al ser las que se ajustan mejor a ese ambiente son más ricas y nutritivas que las hechas con otros procesos como las semillas modificadas.

verduras agroecológicas y orgánicas: diferencias

Es muy común confundir verduras agroecológicas y orgánicas, pero hay diferencias entre ellas. Ambos tipos de agricultura persiguen un mismo fin, pero son conceptualmente diferentes.

Tanto la producción agroecológica como la orgánica buscan producir alimentos libres de sustancias agrotóxicas, un uso responsable del suelo y respeto por el ambiente. Sin embargo la gran diferencia está en la garantía que se tiene de ese proceso. Y eso también influye en el precio.

Si bien hay mecanismos para conocer a quién le estamos comprando, lo cierto es que con las verduras agroecológicas no existe sello que certifique ese proceso. Aunque su filosofía se corresponde no sólo con el respeto del medio ambiente, sino que también incorpora elementos de Economía Social y Cooperativismo.

El hecho de que no esté regulada por un sello oficializado, no quiere decir que nos sea de calidad, o que no siga correctamente los ''protocolos'' de producción.

La producción orgánica, en cambio, sí posee certificación y debe cumplir con ciertos estándares para serlo. Se enmarca en legislaciones nacionales y también en protocolos internacionales. Estos indican qué se puede hacer, qué no y le da una trazabilidad al producto.

Es por eso que los productos orgánicos suelen ser más ''caros''. Requieren el cumplimiento de estándares que encarecen la producción y además corren con el gasto de las certificadoras.

Lo cierto es que los patrones de consumo están cambiando. Con la pandemia muchas personas que migraron a la modalidad home office, empezaron a reflexionar acerca de donde compraban sus productos. Y también a tener la posibilidad de estar en su casa recibiendo verduras agroecológicas a domicilio.

Muchos se volcaron a la compra de productos orgánicos y verduras agroecólogicas, dinamizando ese mercado.

Para algunos quizás los sellos solo sean ''palos en la rueda'' para productores con menos recursos y la misma voluntad, para otros un certificado de calidad.