Según datos difundidosesta semana por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en inglés), unas29.000 tortugas marinas mueren cada año atrapadas en las redes de arrastre utilizadasen la pesca del camarón tropical que es vendido al mercado europeo.

Para familias en paísescomo Australia, Camboya, Indonesia, Kuwait o  Madagascar, la pesca de camarón representa suprincipal fuente de ingreso. Es por eso que la explotación de este recurso serealiza de manera ardua e intensiva y muchas veces sin tomar en cuenta lasconsecuencias de sus acciones.

Capturas accidentales

La Organización de las NacionesUnidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) asegura que el camarón “esel producto pesquero más solicitado del mundo: cada año se capturan en el marcerca de 3,5 millones de toneladas”.

Es por eso que esta organización promuevemodificaciones de las redes de arrastrepara camarones, ya que “las capturas accidentales incluyen con frecuencia la de pecesjóvenes de importantes especies comerciales (bacalao, rascacio, pargo colorado,corvina, carite y corvinata) así como tortugas marinas” .


Regulaciones

Cada país ha tomadomedidas propias para la preservación de las especies marinas, por ejemplo, enla década de los 90’s Estados Unidos promulgó una ley que prohíbe laimportación de los camarones que son capturados con sistemas de pesca queamenazan la vida de las tortugas.  Por su parte, Guatemala en 1996 inició la regulación para el uso de los DET Dispositivos Excluidores deTortugas Marinas (DET). Pero a pesar de esas medidas, aún resta mucho por hacer, y debería hacerse pronto, ya que de lo contrario será tarde para las tortugas marinas y muchas otras especies.