Los recientes cambios políticos en España han traídola iniciativa para derogar una ley controversial conocida como el “impuesto alsol”, los defensores de esta derogación aseguran que encaminan al país aluso de energías renovables

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Esta semana, Teresa Ribera, la nueva responsable dela inversión en energías renovables en España, marcó la pauta de lo que será sugestión: fin del llamado “impuesto al sol”, impulso a las energías renovables,negativa a prorrogar el funcionamiento de las centrales nucleares y cierre máso menos cercano de las centrales térmicas de carbón, grandes emisoras de CO2.

¿Qué implican las nuevas medidas?

En sus primeras declaraciones al frente del Ministerio de Transición Ecológica,Ribera ha sostenido que las mejoras técnicas y la reducción de costes de las fuentesrenovables van a permitir que España se sitúe en “mucha mejor” posición para iniciarla transición energética.

En base a esto, apuntó que en los próximos 30 años "el consumo energético tiene que ser sumamente eficiente” y basarse en lasrenovables.

Además, Ribera dejó clara su intención de derogarel denominado impuesto al sol, una carga impositiva a la producción deautoconsumo doméstico con energía fotovoltaica para las instalacionessolares de más de 10 kW de potencia.

Este impuesto ha sido considerado como una de lastrabas que ha impedido un mayor despegue de esta fuente renovable en el ámbitodoméstico.

Contextoeuropeo

España no es la única buscando el uso de energías renovables, a principios de este 2018, El Parlamento Europeo abogó por no gravar el autoconsumo derenovables con impuestos "de ningún tipo". Adicionalmente, apostópor elevar el objetivo de energías renovables para la Unión Europea hasta el35% en 2030, frente a la meta del 27% fijada en ese momento. Todo esto, enfunción de cumplir con los objetivo del Tratado de París.

¡Por más energías que permitan pensar que tendremos un futuro!