Dependiendo de la zona en la que vivas, el agua que sale de tus cañerías puede ser "dura" o "blanda". Se llama agua dura a la que contiene más sales y minerales disueltos en ella, y en muchos casos, también cal.

La presencia de minerales en el agua depende mucho del terreno por el que transita el agua antes de llegar a los grifos. 

El agua con un contenido bajo de minerales no es peligrosa (de hecho, el agua "demasiado blanda" podría llegar a ser corrosiva), pero el agua muy dura, con un contenido de cal alto, tiene algunos problemas: puede caer mal al sistema digestivo y también dañar -a largo plazo- la piel cuando se utiliza para bañarse (cuando es muy dura, se puede sentir escozor luego del baño).

Otro de los inconvenientes de la presencia de cal en el agua es que ésta se acumula en los grifos, y el residuo blanco que deja es muy difícil de limpiar. Hay productos de limpieza especiales para eliminar la cal, pero suelen ser concentrados de productos químicos que terminan contaminando el agua.

En esta nota, podrás aprender a eliminar la cal de los grifos de forma ecológica, con dos ingredientes económicos que posiblemente tengas en casa.

Materiales

Procedimiento

1. Embebe un paño de tela con jugo de limón o vinagre.

2. Llena una taza o bol con jugo de limón o vinagre, y colócala en la punta del grifo, dejando el caño (por donde sale el agua) sumergido en el líquido. Sujétalo con gomas elásticas. También puedes envolver con paños húmedos en limón todas las partes del grifo o de la ducha que tengan cal.

Si lo que quieres limpiar es el cabezal de la ducha, también puedes envolverlo con una bolsa llena de jugo o vinagre.

3. Deja reposar por una hora. Luego, podrás limpiar con facilidad los depósitos minerales, que se habrán disuelto.

4. Deja correr unos segundos el agua para eliminar el jugo de limón del caño.

Si lo necesitas, puedes repetir el proceso por segunda vez.