¿Te ha tocado estar cerca de personas que pareciera que te sacan la energía, cambiándola por una importante dosis de negatividad? Es posible que se trate de un vampiro emocional.

Se llama así a un tipo de persona que tiene completa falta de empatía, y la increíble capacidad de debilitar nuestros estados emocionales. Son esos amigos a los que, aunque quieras mucho, no siempre deseas ver: porque sabes que cuando los dejes, te sentirás agotado espiritualmente.

Los caracteriza principalmente su incapacidad para ponerse en el lugar del otro. Utilizan a los demás como depósito de su negatividad, y luego se van livianos, mientras tú tienes que cargar con lo que te arrojaron encima.

Hay varios tipos de personalidades “vampíricas”, y te las detallamos a continuación para que aprendas a distinguirlos.

1. Crítico

Este tipo de vampiro emocional es aquel que siempre tendrá una contestación para todo lo que tengas para decir. Al final, te demostrará que siempre estás equivocado y que él siempre tiene la razón.

Además, se quejan de todo y de todos. No hablará bien de nadie, ni de nada. Le buscará siempre la quinta pata al gato para demostrar que nada es demasiado bueno; nada, excepto él mismo y sus creencias, claro.

A este tipo de vampiro emocional no hay que seguirle la corriente. Puede resultar muy irritante, pero si empiezas a intentar ganarle… ¡Ya te habrá ganado! Eso es lo que busca, así que mejor dale la razón y a otra cosa.

Eso sí, cuida no contagiarte y empezar a criticar demasiado.

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2. Catastrófico y pesimista

Otra personalidad común en los vampiros emocionales es el pesimismo. Ver siempre que las cosas van mal, que nada sale bien. No son capaces de ver el vaso “medio lleno” como quien diría, o sacar algo bueno de las cosas.

Por eso, también pueden ser catastróficos. Es decir, exagerar lo malo, al punto de crear un problema gigante de algo relativamente sencillo.

Quienes llevan el pesimismo al extremo creen en todo lo malo que pasa alrededor, en las noticias, y en el mundo, y lo peor es que muchas veces lo sienten como algo personal. Todo el mundo le hace cosas horribles.

De este tipo de vampiro emocional debes cuidarte para que no te quiten tu optimismo nato. Intenta recordar, cuando hables con alguien así, que tienen una visión sesgada del mundo, y que sus percepciones no son reales.

3. Víctima

Este tipo de personalidad “vampírica” se caracteriza por ponerse siempre en el rol de víctima. Siempre es el dejado de lado, el olvidado, el que da más de lo que recibe (en discurso, claro).

Debes cuidarte especialmente de este tipo de vampiro emocional, pues cualquier paso en falso que des será tomado como algo personal. Te hará sentir culpable, por haberlo tratado de ese modo, y esperará una compensación por tu mala actitud.

Lo más importante que tienes que tener en cuenta es que no es algo personal: hacen lo mismo con todos, puesto que sienten que todos están contra ellos. Relájate y no dejes que te culpabilice por haber actuado como creías adecuado.

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4. Agresivo

Este puede ser el vampiro emocional más peligroso, pues reacciona de manera violenta a cualquier cosa que no le guste. Lo peor del caso es que no sucede en ocasiones puntuales solamente, y con un tema que lo fanatiza demasiado (aunque en ese caso la violencia tampoco está justificada, no es necesariamente un síntoma de vampiro emocional).

El vampiro agresivo es aquel que simplemente te agredirá siempre que disientas con él. Es la clase de personas que, en lugar de esgrimir argumentos para sostener algo, se enfadará si lo contradicen. Y punto.

Es una personalidad difícil de llevar, porque no entienden de diálogo, y es imposible tener una conversación con él sin que en algún momento se enfaden contigo. A este tipo de personas, es mejor que las alejes tanto como puedas de tu vida.

5. Bromista

Los vampiros emocionales bromistas parecen, a simple vista, los más simpáticos. Pero eso es lo malo, pues es difícil descubrir que realmente son vampiros emocionales.

Ellos usan casi siempre el sarcasmo para atacar a todos a su alrededor. Suelen hacerte reír con sus bromas, pero en el fondo, lastiman a la persona a quien va dirigida. Lo peor es que no se les puede decir nada, porque siempre se escudarán en que no hablaban en serio.

Este tipo de personas son muy nocivas para el autoestima porque, al final, lo único que disfrutan es reirse de los demás y de ti. Lo mejor que puedes hacer, es no “festejar” sus chistes, cuando estos estén dirigidos a lastimar a alguna persona; puesto que mañana pueden caer en ti.

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6. Manipulador

Este tipo de vampiro emocional es bastante distinto a los anteriores. En realidad, es aquel que demandará tu atención mostrándose débil y desvalido: un pusilánime.

En realidad, te quitará la energía a través de una herramienta bastante peligrosa: la lástima. Estos vampiros emocionales le hacen sentir a los demás que no pueden salir adelante solos, y que realmente los necesitan para lograr algo en la vida.

Así, las personas a su alrededor sentirán pena por él y lo ayudarán, creyendo que en algún momento podrá avanzar solo. Pero como es un vampiro emocional, esto nunca pasará. Al contrario, cada vez se pondrá peor.

No debería extrañarte de este tipo de personas que, cuando tú necesites algo de ellos, mágicamente desaparezcan de alrededor.

Para no caer en sus trampas, debes recordar que cada quien es dueño de sí mismo, y que tú puedes ayudar a quien te necesita, pero que no puedes salvarlo. Da lo mejor de ti, pero, cuando te empiece a hacer mal, aprende a soltar.