Un arrecife de coral muy poco conocido fue descubierto en el Amazonas. Ésta es una noticia maravillosa, porque los corales son uno de los organismos más afectados por el cambio climático, y actualmente están amenazados.

Se trata de uno de los organismos más antiguos de la Tierra, y al ser el principal afectado por el cambio climático permite registrar la evolución de ese fenómeno. Un nuevo arrecife en buenas condiciones es una gran noticia y extremar el cuidado del nuevo hábitat descubierto debería ser una prioridad.

El nuevo arrecife, según explicó Greenpeace, está ubicado justo en donde el río Amazonas se une con el océano Atlántico. Eso lo hace único, porque sobrevive en aguas dulces y turbias. Los científicos no esperaban encontrar un ecosistema así en esta zona, porque la mayoría de los arrecifes están en aguas saladas y claras. Eso lo convierte en un descubrimiento mucho más especial.

Hasta el momento, una expedición submarina documentó que el arrecife ocupa 9,500 kilómetros cuadrados de superficie, se encuentra a 220 metros de profundidad y a unos 100 kilómetros de la desembocadura del río Amazonas. Greenpeace publicó las primeras imágenes submarinas del arrecife. 

Los científicos tuvieron conocimiento de la existencia del arrecife hace algunos meses, pero recién ahora lograron explorarlo y documentar el descubrimiento.

El científico brasileño Ronaldo Francini Filho, quien participó de la expedición, informó el avistamiento de algunos peces mariposa que podrían ser especies desconocidas, y también de corales, esponjas, algas calcáreas y peces como atún y otros herbívoros. El suelo del arrecife está lleno de vida. "Estoy sintiéndome como alguien que regresa de otro planeta”, declaró el biólogo.

Sin embargo, no todo son buenas noticias: a días de ser descubierto, el arrecife ya está en peligro.

El Arrecife del Amazonas ya está en peligro

Según informó Greenpeace, en menos de seis meses, las empresas petroleras Total y BP podrían comenzar con las exploraciones para buscar petróleo en la costa del Amazonas. Un derrame dañaría no solo al arrecife sino también a manatíes, tortugas marinas, jaguares y delfines que viven en la boca del Amazonas.

El interés de las empresas reside en que las reservas petroleras de la zona se estiman entre 15 y 20 mil millones de barriles. Pero los biólogos que están comenzando a estudiar el arrecife están muy preocupados: mientras que los expertos recién comenzaron a estudiar al arrecife y su incidencia, las compañías petroleras ya están planeando explorar el área para una potencial perforación. Esto podría destruirlo, y así la magnífica noticia se convertiría en una tragedia ambiental.

Firma aquí la petición para detener la destrucción del Arrecife del Amazonas y ayuda tú también a protegerlo.