"De repente, supimos lo que los sorbetes hacen a los animales y al océano", sostuvo la actriz Hilary Duff en diálogo con la revista Parents. Luego de ver, junto a su hijo Luca de 7 años, un video viral de una tortuga a la que le sacaban una pajilla de plástico que había ingerido por la nariz, Duff empezó su camino hacia un estilo de vida "zero waste" (o basura cero, en español).

Empezó a llevar sorbetes reutilizables a los restaurantes, dejó las tazas de café de un solo uso y, en su lugar, lleva una taza reutilizable. Además, comenzó a evitar las bolsas de plástico no reciclable y elegir bolsas de silicona reutilizables y los envases de vidrio.

No solo eso, sino que también ha estado sirviendo a su familia más comidas a base de plantas y se pasó a los limpiadores más naturales y sin químicos ni ingredientes tóxicos. "Al principio, parece imposible, pero solo lleva un poco más de tiempo y marca la diferencia", sostuvo la actriz.

"Al principio, intentar salvar el ambiente suena aterrador y abrumador, pero a medida que implementamos nuevas reglas, se hace más y más fácil", agregó.

Enseñando con el ejemplo

Al abrir los ojos, Duff no solo empezó a hacer algunos cambios, sino que, además, se dio cuenta de que sus hijos también podían hacerlo. "Cuanto más nos sumergimos en la vida limpia, más cosas nos llaman la atención. Por eso, le explicamos a Luca por qué hacemos todo esto, y él se está involucrando más".

Además, la actriz aseguró que su hijo también la ayuda a ella a aprender cada día más sobre del cuidado de nuestro planeta, remarcando la toma de consciencia de las nuevas generaciones. "Luca me cuenta todo el tiempo sobre las cosas que están aprendiendo en la escuela. Es súper consciente del ambiente y de los animales", contó.

Duff también ha estado dejando que su nueva pasión por proteger el ambiente influya en sus decisiones de negocios. El año pasado, se convirtió en copropietaria y directora de dos marcas consciencia ecológica y sustentable: Veeda, que fabrica productos de algodón para la higiene menstrual, y Happy Little Camper, que fabrica pañales y otros productos para bebés.

Aunque a ambas empresas les queda un largo camino por recorrer para convertirse en verdaderamente ecológicas -Happy Little Camper afirma que sus pañales son hasta un 34% biodegradables-, es importante que cada vez más personas decidan invertir y dedicar tiempo y dinero a marcas con misiones con consciencia ecológica.

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Fuentes

Green Matters